El rechazo del dos veces candidato presidencial en Venezuela, Henrique Capriles, a presionar al presidente Nicolás Maduro con manifestaciones en las calles le ha valido las críticas de parte de la oposición.
Algunos grupos y dirigentes opositores, con el encarcelado Leopoldo López a la cabeza, han propuesto iniciar un ciclo de marchas en las calles similar al de 2014, que se saldó con 43 muertos. Aquella estrategia fue conocida como “La Salida”, porque su objetivo era forzar la salida de Maduro del Ejecutivo por vías no electorales.
“La dictadura está debilitada y es nuestro deber no darle respiro. Si Maduro y el resto de las cabezas de los poderes secuestrados por una élite corrupta y antidemocrática torpedean el cambio, pues hay que cambiarlos”, ha escrito Leopoldo López.
“Yo he decidido enfrentar a esta dictadura en todos los terrenos, tanto en la calle protestando legítimamente, como en lo electoral y moral (…) hay que ser responsable con nuestro pueblo hablándole con la verdad”, declaró López esta semana al Grupo de Diarios América desde la cárcel militar donde está recluido desde febrero de 2014.
Capriles pide dar prioridad a mitigar la crisis económica
Pero Capriles, gobernador del céntrico estado Miranda, no está de acuerdo. El excandidato presidencial ha insistido desde que la oposición ganó las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre que ahora se debe dar prioridad a mitigar la crisis económica para evitar una “explosión social” y dejar en un segundo plano el enfrentamiento directo con Maduro.
No estemos creyendo que una explosión social en Venezuela va a afectar a un sector y a otro no. Una explosión social se lleva todo por delante, al Gobierno y a la oposición”.
Según Capriles, de haberse mantenido las “guarimbas” (barricadas) que se levantaban en las calles durante las protestas “no habríamos tenido el triunfo del 6 de diciembre pasado”.
Sin nombrar explícitamente a López, Capriles ha señalado que hay opositores que buscan agudizar la confrontación política y los ha acusado de coincidir en ello con Maduro.
Varios opositores piden aprovechar la victoria electoral
La disputa estratégica entre Capriles y López ha provocado que muchos dirigentes de la Mesa por la Unidad Democrática (MUD), la alianza opositora, se posicionen de uno u otro lado. En su mayoría, criticando a Capriles.
Es el caso de Henry Ramos Allup, secretario general del histórico partido socialdemócrata Acción Democrática, quien ha acusado a Capriles de primar sus propios intereses de cara a una nueva candidatura presidencial. “No es momento de aspiraciones presidenciales”, ha dicho en Twitter.
Otro dirigente que se ha sumado a la crítica a Capriles ha sido Carlos Vecchi. “¿Acaso hay peor error histórico que haber ganado una elección y dejársela robar? ¿Hay algo peor que eso Capriles? Cuando quieras damos el debate”, ha declarado.
