Decenas de personas acudieron al Hospital Regional José María Cabral y Báez de Santiago para cerciorarse de la muerte del empresario Adriano Román, quien cumplía condena por intento de asesinato a su exesposa y encaraba otro proceso por el atentado al comunicador y abogado Jordi Veras.
Desde que se conoció la noticia de su muerte, una gran cantidad de curiosos acudió al centro hospitalario, convirtiéndolo en un caos. Los comentarios en Santiago giran en torno a la muerte del conflictivo empresario.
Román se había visto involucrado en varios conflictos judiciales. En 1978 torturó salvajemente a su esposa Miguelina Llaverías y en el 2005 planificó un atentado en su contra que por poco le cuesta la vida.
Por ese caso, el empresario fue apresado y condenado a una pena de 20 años de prisión.
Preso en el Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey Hombres de Santiago, en junio del 2010 ordenó el atentado contra el abogado y comunicador Jordi Veras. Fruto de ese atentado, Veras que es el abogado de Llaverías perdió un ojo y sufrió otras heridas que lo mantuvieron en estado de gravedad.
Román atentó contra Veras, en venganza porque éste con su profesionalidad y agilidad como abogado logró que un tribunal lo condenara a 20 años por el caso de su antigua esposa.
También el fenecido encaró otros problemas con familiares, empresarios y más sectores de Santiago.
El empresario Adriano Román fue conducido en la mañana de hoy de urgencia desde la cárcel al Hospital Cabral y Báez, pero llegó muerto.