SANTIAGO.- Los canales de riego que sirven agua potable a comunidades de Santiago y es utilizada para la producción agrícola en Villa González, Navarrete y Línea Noroeste están totalmente tapados por los desperdicios.
Y es que la lluvia ha empezado a dejar su secuela de daños, no solo a viviendas, sino a las principales fuentes de abastecimiento del líquido.
Tanto los canales de riego Ulises Francisco Espaillat y Monsieur Bogart, que reciben las aguas del río Yaque del Norte, se ven afectados por las acciones de quienes residen en sus entornos.
Desde pedazos de colchones, envases plásticos como platos botellas de refresco son lanzados a las aguas del canal.
Además parte de la basura que se desprende desde comunidades como Cienfuegos y El Ingenio permanece atrapada en el puente que atraviesa la avenida Joaquín Balaguer.
Un tramo del río Yaque del Norte a su paso por Santiago, también es afectado por el cúmulo de desperdicios.
A principio de este año, con la rotura del canal Ulises Francisco Espaillat, el director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Olgo Fernández mostró preocupación por la cantidad de basura y chatarras de vehículos que son lanzados a las aguas.
Una gran parte de los desperdicios que van al Yaque, llegan desde las cañadas, afectadas por miles de familias que han hecho asentamientos irregulares en toda su ribera.
Con las lluvias ocurridas durante el mes de noviembre, la comunidad de Castañuela de la provincia San Fernando de Montecristi, al noroeste de la República Dominicana, vio sufrir inundaciones urbanas.
El puente quedó obstruido por la basura y material plástico que llegó desde Santiago y Mao.
El día 20 de octubre de este año, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) concluyó los trabajos de rehabilitación de la presa Tavera para asegurar una mayor regulación de las aguas del río Yaque del Norte.
En las labores de limpieza de sedimento que fueron levantados por un monto de RD$83 millones 588 mil 707, busca evitar inundaciones aguas abajo del embalse y optimizar el almacenamiento del líquido que se usa en riego, consumo humano y generación de energía eléctrica.