La campaña electoral en Francia llegó a su etapa final el lunes, en lo que es la última semana antes de realizar la primera vuelta en los comicios, en la que participan 11 candidatos.
Durante la semana, los aspirantes reforzarán encuentros y declaraciones públicas, en la búsqueda de apoyo de los votantes que aún permanecen indecisos, que representan un 34 por cientos, según los últimos sondeos realizados.
De esta manera, analistas y medios de comunicación afirman que los resultados de la primera vuelta dependen, en gran parte, de la resolución de los electores indecisos. Sin embargo, esto también podría incidir en una abstención elevada, en un país donde la participación electoral ronda un promedio del 80 por ciento.
En la carrera electoral, cuatro candidatos parten con ventaja con respecto al resto. El centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, favoritos para los comicios con un 23 por ciento del apoyo, experimentan una dinámica negativa, al perder de tres a cinco puntos en las últimas semanas.
Por su parte, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon mantiene un crecimiento sostenido desde finales de marzo, lo que permite ubicarse en tercer lugar, con cerca de 20 por ciento.