La Cámara de Comercio y Producción de Santiago afirmó que el plan de Reforma Fiscal propuesto por el Gobierno para su discusión, con el que se busca nivelar las finanzas públicas, no están dirigidas a incentivar la generación de empleos y de riquezas, ya que muchas de las medidas sugeridas van en la vía contraria a lo que debiera ser un verdadero plan de solución.
María Victoria Menicucci, presidente de la entidad empresarial expresó que el sector que representa tenía la esperanza de que hubiera mayor racionalidad en la propuesta, y que en la misma se abordara la raíz del problema.
“Si el origen del problema ha sido un gasto gubernamental desmedido, no relacionado con los ingresos, lo que procedería es disminuir el gasto, de manera específica el gasto no productivo que se va en gastos corrientes, dietas, sueldos, pensiones y personal supernumerario, o instituciones con funciones duplicadas”, indica la dirigente empresarial.
Menicucci aseveró, que la mayoría de las medidas propuestas afectarían el consumo, que finalmente se cargarán al consumidor; ya que no se han planteado medidas que promuevan la generación de riqueza y de empleos formales, indicó.
Abogó de manera firme por un plan de austeridad real, que relacione el tamaño de la economía y su crecimiento, con el monto del gasto público y su crecimiento, y señala que cualquier otra alternativa no sería sostenible, en especial si ese gasto no contribuye al crecimiento del PIB.
Recordó que se viene diciendo que la presión tributaria dominicana se ubica entre las más bajas del continente, sin tomar en cuenta la verdadera presión sobre los que pagan todos sus impuestos, ni los aportes a la seguridad social, a los planes de pensiones, y los demás gastos motivados por la ineficiencia del estado, como la vigilancia privada, la generación casera de energía eléctrica, las soluciones individuales al suministro de agua para beber o para el hogar, la enseñanza privada entre otras, los cuales son impuestos indirectos, producto de la aplicación inadecuada de los fondos públicos.
La Cámara de Comercio de Santiago, aboga porque quienes generan actividades con fines de lucro y pagan impuestos, lo sigan haciendo, pero al mismo tiempo se dé respuesta a lo que constituye una competencia desleal por parte de muchos, que igualmente producen pero no aportan al fisco, incentivados por lo difícil que resulta la formalidad y el pago de los mismos. En ese sentido se hace necesaria la simplificación del proceso de formalización de la actividad empresarial y el control de exenciones y subsidios mal utilizados.
Por otro lado, pretender cargar tributaciones a las Zonas Francas, no tiene el más mínimo sentido de desarrollo, ya que se está empujando a muchas de estas empresas a migrar, sin tomar en cuenta los empleos formales que producen, mientras existen numerosos países que mantienen el esquema de exención de aranceles para producción con vocación de exportación. De hecho, los países organizados devuelven una parte del IVA (ITBIS) a los turistas (como consumidores finales), cuando abandonan el país, lo cual no se hace en República Dominicana.
La entidad empresarial llama a recordar que somos un país con enormes potencialidades, donde nuestro mayor activo es nuestra gente, gente alegre, laboriosa y siempre dispuesta a trabajar y participar, para hacer del país, un país competitivo, abierto, donde sea posible vivir y trabajar en paz, porque se respeten los derechos de las personas, la seguridad jurídica, facilitando el desarrollo de un sector turístico y comercial que nos permita generar riquezas y legar un país sano y productivo a las futuras generaciones.
Entienden que la propuesta de reforma fiscal planteada por el Gobierno al CES, representan una traba más para el emprendimiento, generación de riquezas y empleos.
La Cámara de Comercio y Producción de Santiago recomienda incluir medidas como la Reforma al Código Laboral (para hacerlo más flexible y equilibrado), el ordenamiento del transporte de carga y de pasajeros, así como la disminución y simplificación del sistema de impuestos, traería competitividad a las empresas y por tanto, desarrollo a la población, así como un aumento de las recaudaciones gubernamentales para abordar el aumento de presupuesto a educación y competitividad del país.