La Cámara de Representantes infligió un serio revés el viernes al presidente Barack Obama, que deja en el limbo su ambiciosa agenda comercial.
La humillante derrota al presidente fue encabezada por la líder de la minoría demócrata en la cámara baja, Nancy Pelosi, y decenas de legisladores de su propio partido.
Una mayoría bipartidista votó contra un programa de capacitación laboral que formaba parte de un paquete comercial presentado por Obama y ya aprobado por el Senado.
La votación fue de 302 votos contra 126. La medida fracasó a pesar de una visita de Obama de último momento para pedir el apoyo de los demócratas a fin de que le dieran autorización para negociar acuerdos comerciales mundiales que el Congreso pueda aprobar o rechazar, pero no introducirles cambios.
“No creo que nada esté asegurado aquí. Siempre hay vaivenes”, dijo el presidente a su salida del Congreso, una declaración que parecía anticipar la decisión de Pelosi anunciada más tarde ante el plenario.
“Hay que reducir la velocidad para lograr un mejor acuerdo para el pueblo de Estados Unidos”, dijo la legisladora californiana en un discurso que le acarreó felicitaciones de congresistas vinculados con organizaciones sindicales, al rechazar la autorización que se conoce como “vía rápida”.
Los republicanos cuentan con mayoría en la cámara baja, y el presidente de la cámara, John Boehner, y el liderato de su partido colaboraron con Obama para aprobar el proyecto. Pero hubo muchas deserciones entre republicanos no dispuestos a expandir la autoridad del presidente, ni suficientes demócratas que apoyaran el proyecto.
El proyecto permitiría a Obama negociar acuerdos comerciales que el Congreso podrá aprobar o rechazar, pero sin introducirles cambios. Otros presidentes han tenido esa autoridad, que es calificada “de vía rápida”. La Casa Blanca desea recibir esa autoridad para concluir un acuerdo de libre comercio con once países del Pacífico.
