Estaba sentado en su casa dándole la leche al niño, cuando dos hombres a bordo de una motocicleta les dispararon al cabo Paul Encarnación Mejía, provocándole la muerte y una herida que mantiene entre la vida y la muerte a su pequeño de dos años.
La tragedia ocurrió en Los Guaricanos, en Santo Domingo Norte a eso de las 10:00 de la noche de este lunes, y hoy martes solo se observa la sangre derramada por el agente y su pequeño. No hay otra señal, agentes policiales ni curiosos.
El infante se encuentra con pronóstico reservado el hospital Hugo Mendoza, tiene un impacto de bala en la cabeza con orificio de salida en la frente, según informó la doctora Noldis Naut Suberví , directora del centro.
Mientras que el cadáver de Encarnación Mejía será entregado a los familiares esta tarde, luego de practicarle una autopsia en la unidad del Inacif que funciona en el hospital Marcelino Vélez Santana.