En busca de cualquier cosa que sea de “valor”, varios hombres y mujeres que se dedican a bucear en el vertedero de Duquesa desafían a diario las llamas, el humo y las altas temperaturas que se originan en el lugar desde que inició el incendio que aún no ha podido ser sofocado por completo por las autoridades.
Sin ningún tipo de protección, estas personas caminan entre las toneladas de basura amontonada en un extenso terreno en el que funciona el botadero sin importarle que desde parte de los trayectos que recorren brotan focos del fuego y humo que cuando sopla el viento los cubre por completo.
Varilla de construcción, cartón, ropa, cobre, aluminio, plástico, botellas de vidrio o cualquier objeto metálico es el hallazgo más anhelado para quienes escarban entre los desechos para colectar lo que después venden pesado por kilos y cuyos precios varían dependiendo el material.
Buzos denuncian maltratos
Uno de ellos es Lourdes Victoriano, de 57 años, quien dice que está realizando este oficio desde los 16 años, con el cual lleva el sustento a sus tres hijos. Aunque no establece a ciencia cierta cuanto obtiene en un día por lo variado que resulta ser, al igual que para otros de sus compañeros que buscan objetos en la basura, este trabajo es su única fuente de ingresos.
Cuenta que es difícil bucear, porque el vertedero se encuentra militarizado, evitando que ellos, que viven del día a día y no puede esperar a que el fuego este controlado por completo para retornar al vertedero, estén en el botadero, aunque eso signifique poner en peligro su vida.
Deyanira Santana, quien perseguía los camiones que vertían los desechos sólidos en el vertedero para remover los desperdicios y ver qué cosas podían resultar de valor, calificó como un “abuso” la forma en que los agentes militares los desalojan del botadero.
“Los guardias les dan golpes a los buzos y les votan las mercancías recolectadas, incluso hoy le partieron un pie a un muchacho. Si tu no viene y trabaja, tu no tiene que darle de comer a tus hijos. Eso es lo que se llama un verdadero abuso”, dijo Santana, la joven de 25 años.
El vertedero de Duquesa se encuentra militarizado luego del Ministerio de Defensa (MIDE) dispuso unos 300 soldados, quienes impiden la entrada de los denominados “buzos” para evitar que estos causen la propagación de los incendios que se han producidos en el botadero, al remover la basura en busca de objetos de valor.