ncés que acababa de llegar desde Ginebra, al referirse a las dos explosiones casi simultáneas en el aeropuerto poco después de las 08H00. “Un hombre gritó unas palabras en árabe y escuché una gran explosión”, dijo de su lado a la AFP Alphonse Lyoura, que trabaja en la seguridad del equipaje.
“Era el pánico general. Me escondí y esperé cinco, seis minutos. Algunas personas vinieron a pedirme ayuda”, agregó, con las manos aún ensangrentadas. “Ayudé al menos a siete heridos. Retiraron cinco cuerpos que ya no se movían”, continuó, explicando que “muchos perdieron las piernas”.
Dos kamikazes, un sospechoso buscado –
Las autoridades difundieron la imagen de tres de los sospechosos empujando carritos del aeropuerto, dos de los cuales “probablemente llevaron a cabo un atentado suicida”, indicó el fiscal Frederic Van Leeuw. El tercero, vestido con una chaqueta deportiva y un sombrero, es “activamente buscado”, según el fiscal.
La policía lanzó un llamado a testigos para intentar hallarlo. Los atacantes llevaban “bombas en las maletas”, indicó a la AFP Francis Vermeiren, alcalde de Zaventem, precisando que habían llegado en taxi. El fiscal Van Leeuw informó de varios allanamientos en Bélgica, que continuaban por la noche.
En uno de ellos, en la comuna de Schaerbeek de Bruselas, hallaron “un artefacto explosivo que contenía clavos (…) productos químicos y una bandera del Estado Islámico”. Este grupo reivindicó los atentados en un comunicado difundido en internet. “Una célula secreta de soldados del califato (…) llevó a cabo un ataque contra el estado cruzado de Bélgica, el cual está luchando contra el islam y su pueblo”, afirmó. Para el fiscal belga es “demasiado pronto” para establecer un vínculo con los atentados de París.
Pero la capacidad de este grupo yihadista para cometer nuevos atentados sangrientos esta vez en la capital de Europa, a sólo meses de los cometidos en París, plantea interrogantes sobre la capacidad del Viejo Continente a enfrentar la amenaza terrorista.
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Unidad contra el terrorismo –
Las autoridades no dieron aún un balance definitivo de víctimas. Sólo se sabe que hay víctimas de múltiples nacionalidades, una peruana murió. Entre los heridos hay cinco estadounidenses, dos colombianos, un ecuatoriano y ocho franceses.
El aeropuerto permanecerá cerrado el miércoles. La seguridad en las instituciones europeas en Bruselas y en Estrasburgo, así como en las centrales nucleares belgas, fue reforzada. El transporte público fue suspendido por varias horas y las principales estaciones ferroviarias de la capital fueron evacuadas, medidas que recién se relajaron a media tarde. “Este 22 de marzo no será nunca un día como los otros”, declaró el rey de los belgas, Felipe, en discurso transmitido por televisión.
Los 28 líderes de la Unión Europea (UE) así como los titulares de las instituciones europeas afirmaron en un comunicado conjunto poco habitual que los atentados son “un ataque a nuestra sociedad democrática abierta”. De su lado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó los “indignantes” ataques y pidió unidad “en la lucha contra el flagelo del terrorismo”. Una delegación del FBI y de la policía de Nueva York viajará a Bruselas.
Reino Unido desaconsejó a sus ciudadanos viajar a Bruselas y reforzó su presencia “en lugares sensibles” del país. La Torre Eiffel, el World Trade Center y la Puerta de Brandeburgo se iluminaron el martes por la noche con los colores de la bandera belga en homenaje a las víctimas.