El máximo tribunal electoral de Brasil dio al presidente Michel Temer una importante victoria ayer, tras rechazar los señalamientos de que violó las leyes de financiamiento de campaña, lo cual habría llevado a que se anulara su mandato.
Después de cuatro días de deliberaciones, el Supremo Tribunal Electoral avaló por cuatro votos contra tres que Temer permanezca en el cargo. El mandatario enfrenta un creciente escándalo de corrupción y una popularidad menor al 10%.
El mes pasado salió a la luz una grabación en la que aparentemente se escucha a Temer respaldando un soborno para silenciar al expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, un antiguo aliado del actual mandatario que cumple una pena de 15 años de prisión por corrupción y lavado de dinero. Poco después surgió otro escándalo: que Temer sería investigado por presuntamente recibir sobornos.
Temer ha rechazado cualquier irregularidad y ha dicho que se mantendrá en el cargo. “Los hechos son muy serios, insoportables”, dijo el juez Luiz Fux, quien votó a favor de destituir a Temer. Añadió que el caso del financiamiento en su campaña tenía que ver con “crímenes muy graves”.
El juez Gilmar Mendes, quien ha llamado a Temer “un amigo de muchos años”, otorgó el voto decisivo para que el presidente siga en el poder. Mendes, quien también es juez del Supremo Tribunal Federal, argumentó que las leyes electorales necesitan ser reformadas, insinuando que los políticos no deberían pagar el precio por un sistema que no funciona.
“El sistema necesita estabilidad. Es muy fácil hablar sobre moral y sobre luchar contra la corrupción. Yo también quiero eso”, dijo Mendes, quien en el pasado ha ayudado a otros políticos a enfrentar problemas legales.
“Un presidente no puede ser simplemente reemplazado en cualquier momento, incluso si el deseo está ahí”.El caso sobre el financiamiento de su campaña se abrió poco después de la elección presidencial de 2014, a solicitud de uno de los partidos perdedores. Se argumentó que la entonces presidenta Dilma Rousseff y su compañero de fórmula Temer, entonces candidato a la vicepresidencia, obtuvieron una ventaja injusta tras recibir contribuciones ilegales.
Temer asumió la presidencia el año pasado después de que Rousseff fue destituida por un manejo ilegal del presupuesto federal.Los señalamientos de financiamiento irregular se reavivaron en los últimos meses tras conocerse los testimonios de ejecutivos y exempleados de la constructora Odebrecht, una compañía que está en el centro de una investigación por haber inflado en miles de millones de dólares el costo de algunos contratos y por haber sobornado a políticos.
Los ejecutivos dieron detalles sobre decenas de millones de dólares en sobornos y contribuciones ilegales a campañas políticas, incluida la de la dupla Rousseff-Temer.A lo largo de cuatro días, los jueces del tribunal electoral discutieron sobre si esos señalamientos deberían haber sido considerados en su decisión sobre el caso de financiamiento ilegal. También tuvieron discrepancias sobre la fortaleza de la evidencia original y si deberían emitirse sanciones cuando el financiamiento ilegal de campaña era generalizado.
De haber votado contra Temer, el tribunal habría anulado la victoria de 2014, con lo cual Temer no estaría en posibilidad de terminar su mandato. También habría significado retirarle por ocho años los derechos políticos tanto a él como a Rousseff.
Aunque Temer había prometido apelar una condena, habría debilitado su postura en un contexto de severos escándalos de corrupción y con un público furioso al respecto.
“Temer permanecerá en su cargo y probablemente enfrentará muchas manifestaciones en las calles”, dijo Alexandre Barros, un analista política de la firma brasileña Early Warning. “Creo que nadie está de humor para decidir algo inesperado en este momento”.