A pesar de su trabajo activo para socorrer a la ciudadanía durante sus más de 30 años de servicio, el Cuerpo de Bomberos del municipio de Villa los Almácigos, en Santiago Rodríguez, lamentan las precarias condiciones en las que tienen que laborar día tras día.
Mientras las piezas de madera del piso crujen con los pasos, pedazos del techo se esfuerzan por no sucumbir ante la humedad de largos años de lluvia y dejar a la intemperie un limitado grupo de hombres que demandan ser escuchados.
Los matafuegos de ese municipio cumplen 24 horas de trabajo en una instalación donde, según sus palabras, «llueve adentro y escampa afuera».
Entre los principales males que les afectan, expusieron la falta de personal y equipos, así como averías por falta de batería en uno de los únicos dos camiones que tienen y las condiciones infrahumanas en las que se encuentran las cama donde duermen.
«La situación de este Cuerpo de Bomberos es muy precaria», comenzó a contar uno de los miembros, de apellido Fortuna, quien enumeró una a una las necesidades de esa institución para una correcta realización de sus deberes.
Informó que entre todo lo fundamental es la construcción de un mejorado cuartel, debido a que el lugar donde se encuentran en estos momentos es prestado y, sobre esto, se encuentra en malas condiciones.
Asimismo, detalló que los días de lluvia no logran dormir entre la cantidad de agua que entra por los orificios del techo de zinc.
«Los días que llueve los bomberos no encuentran donde dormir, porque hay que coger hasta los colchoncitos y pararlos en los lados a ver si no se mojan», manifestó.
Esta información la corroboró el bombero Domingo Antonio Tejada, quien también denunció que no reciben uniformes adecuados. Indica que, en muchos casos, han tenido que calzar sus propios zapatos, no aptos para el fuego, y que luego se quemen en medio de emergencias de ese tipo.
«Estamos pasando demasiado trabajo», dijo Tejada.