Dos bombarderos rusos, escoltados por primera vez por cazas, entraron este jueves en la zona de defensa aérea de Alaska, por lo que fueron interceptados por naves de las fuerzas estadounidenses, según confirmaron fuentes oficiales.
La formación rusa estuvo integrada por dos Tu-95 Bear (el mismo modelo que sobrevoló la zona hace dos semanas), que a su vez estuvieron acompañados por dos cazas Su-35. La respuesta norteamericana se produjo con dos cazas furtivos F-22 que se encontraban patrullando la zona, a 50 kilómetros de Chariot, en Alaska, según detalló la cadena Fox News.
El presidente Donald Trump había calificado hace sólo dos días como “muy buena” su conversación con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la que conversaron sobre una posible salida a la crisis en Siria y la situación en la península coreana. El reporte de la llamada de la Casa Blanca no indicó alguna mención sobre los recientes episodios en Alaska.
Según fuentes oficiales consultadas por Fox, las naves rusas, si bien tienen capacidad de transportar arsenal nuclear, estaban desarmadas y permanecieron en espacio internacional.
Este miércoles, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, declaró que “casi no hay confianza” entre Washington y Moscú, aunque agregó que espera mejorar esa relación a partir de ahora. La próxima semana se reunirá, precisamente en Alaska, con el canciller ruso, Sergei Lavrov.