Washington, 15 abr (EFE).- El Banco Mundial (BM) afirmó este miércoles que la desaceleración económica en Latinoamérica puede ser “permanente” si no se hacen reformas estructurales para adaptar el modelo de crecimiento a un panorama externo en el que China se ralentizará y los precios de las materias primas se mantendrán en niveles bajos.
“A falta de reformas estructurales a favor del crecimiento, esta situación apunta a una desaceleración también permanente en el crecimiento económico de la región, con tasas insuficientes para promover cualquier tipo de avance social significativo”, explicó Augusto de la Torre, el economista jefe del BM en rueda de prensa.
La realidad económica dibujada por el BM divide al continente en varias velocidades, con los países centroamericanos sumados al grupo de México, con tasas para este año especialmente fuertes en Panamá (6,3 %) y Nicaragua (4,8 %). Y en el mismo sentido se mueve la caribeña República Dominicana (4,7 %).
Como ejemplo, puso al Gobierno mexicano, del que dijo ha puesto en práctica reformas que afectan a sectores clave como el de telecomunicaciones, el energético y el educativo y que le sitúan en una mejor posición que al resto de países de la región.
“El crecimiento de 3 % en México es sólido, pero no maravilloso. Para una economía madura como México no está mal, pero el país quiere tasas de 4 % o más”, comentó al referirse a que la economía mexicana había tenido “la mala suerte” de enfrentar la caída de los precios petroleros.
Pese a ello, insistió en que uno de los problemas es la impaciencia y la exigencia de ver resultados de manera inmediata.
“Son indudables los cambios estructurales en México, pero hay mucha impaciencia. Los latinos somos muy impacientes y las reformas toman tiempo en gestarse. La paciencia debe ser parte de la actitud en estas reformas”, agregó.
A continuación, se sitúan economías suramericanas que están registrando una desaceleración, pero con unos colchones más cómodos para sobrellevar estas turbulencias, entre las que figuran Bolivia (4,5 %), Colombia (3,6 %) y Ecuador (2,4 %).
Por último, en contracción, Brasil (-0,7 %), Venezuela (-5,3 %) y Argentina (-0,4 %), más afectadas por la caída de los precios de las materias primas.
Sobre Brasil, insistió en que el plan de ajuste fiscal lanzado por las autoridades es el adecuado, ya que el problema que encara la economía es de “falta de confianza” y debe recuperarla para atraer de nuevo a los inversores que han salido en los últimos años.
Y esto porque había “agotado” el modelo de crecimiento basado principalmente en el consumo.
De manera general, el reto de la región, después de una década de bonanza, pasa ahora por adaptarse a esta “nueva normalidad”, en la que China crecerá por debajo del 7 % y los precios del petróleo y materias primas no volverán a los precios vistos a finales de la primera década del siglo.
Sumado a esto, y ante el escaso espacio fiscal y monetario, De la Torre señaló como fundamental apostar por una agenda de aumento del ahorro que permita apuntalar un tipo de cambio más débil y reducir la dependencia de ahorro externo.
“Actualmente -dijo-, la tasa de ahorro en América Latina es unos diez puntos porcentuales más baja que la de Asia”.
El informe del BM se produce en el marco de la reunión de primavera del organismo y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que congrega a líderes económicos de sus 188 países miembros.
Mañana, jueves, el presidente del BM, Jim Yong Kim, y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ofrecerán las tradicionales ruedas de prensa de arranque del encuentro. EFE