WASHINGTON. El Banco Mundial (BM) afirmó este martes que la reducción de la desigualdad se ha estancado en América desde 2010 e instó a reforzar las políticas fiscales para facilitar la redistribución del beneficio del crecimiento económico en la región.
“Mientras que la reducción de la pobreza ha sido robusta desde 2003, la reducción de la desigualdad ha mostrado menor fortaleza, estancándose en 2005, recuperándose algo en los cuatro años siguientes y volviendo a estancarse desde 2010”, indicó el informe “Ganancias sociales en la balanza en América Latina y el Caribe”.
De cara al futuro, el BM advirtió que esta tendencia puede mantenerse dadas las previsiones de ralentización en el crecimiento económico en Latinoamérica.
Los últimas indicadores del organismo internacional apuntan a un frenazo en la actividad económica desde un crecimiento del PIB per cápita de 4,8 % en 2010 a un 1,3 % el año pasado y el 1,7 % que se espera para 2014.
Por ello, Louise Cord, responsable del Grupo de Reducción de la Pobreza, Género y Equidad del Banco Mundial, apuntó a la importancia de reforzar las políticas fiscales en Latinoamérica.
“Mientras que los impuestos directos (como el impuesto al ingreso) tienden a reducir la desigualdad, la dependencia de la región en impuestos indirectos (como el del valor añadido) socava muchos de estos avances”, señaló.
Este excesivo énfasis en los impuestos regresivos tiene especiales efectos en los más pobres, remarcó la institución internacional, pese a los esfuerzos realizados a través de los exitosos programas de transferencia condicionada de dinero.
Además, el nivel general de recaudación de impuestos es menor que en otras regiones. La recolección de ingresos respecto al PIB varía de máximos de 33 % en Argentina y Brasil a un mínimo de 12 % en Guatemala.
Los tres países que han registrado un mayor impacto en la desigualdad a través de política fiscal han sido Brasil, México y Uruguay, con una reducción del índice de desigualdad de Gini del 0,03.
Como conclusión, el BM reconoció que en Latinoamérica sigue siendo “una prioridad restaurar altas tasas de crecimiento y preservar la estabilidad macroeconómica, pero aseguró que fortalecer los vínculos entre crecimiento y reducción de la desigualdad es igual de importante”.
Latinoamérica comenzó el milenio con cerca del 25,1% de la población por debajo del umbral de extrema pobreza (menos de 2,5 dólares al día) y en 2012 se ubicó en el 12,3 %. Por su parte, la pobreza moderada (menos de cuatro dólares al día) pasó del 42 % en 2000 a 25,3 % en 2012.