Un avión militar ruso con 92 personas a bordo se ha estrellado esta madrugada en el Mar Negro, según ha confirmado el ministerio de Defensa de Rusia. Según un comunicado de esa cartera, el aparato, un Tu-154 con 84 pasajeros y ocho tripulantes, había despegado a las 05.20 hora local (02.20 GMT) del aeropuerto de Sochi. Veinte minutos después, cuando se hallaba sobre el mar, el avión de pasajeros desapareció de los radares. «La zona del siniestro del avión Tu-154 ha quedado delimitada. No se han visto supervivientes», ha asegurado en un comunicado el ministro de Defensa.
El presidente del país, Vladimir Putin, ha ordenado al primer ministro, Dimitri Medvedev, que abra y lidere una investigación para aclarar las causas del siniestro. Asimismo, Putin ha anunciado que este lunes será declarado día de duelo nacional por las víctimas del accidente. «Mañana será declarado día de duelo nacional», dijo el jefe del Kremlin a medios locales, según la agencia de noticias Interfax.
Putin añadió que se llevará a cabo una «investigación exhaustiva» de las causas del accidente y «se hará todo por apoyar a las familias de los fallecidos».
A bordo del avión viajaban militares e integrantes del coro y conjunto de danza Alexandrov del Ejército ruso, que iban a participar en las festividades de Año Nuevo en la base aérea siria de Jmeimim, donde Rusia tiene desplegada una agrupación de aviones de guerra. También viajarían nueve periodistas. Minutos después, las agencias rusas confirmaban que parte del fuselaje del avión había sido avistado en las aguas del Mar Negro.
Los restos del avión, dijo una fuente de los servicios de emergencia a la agencia de noticias local, quedaron esparcidos en una extensa área situada a una decena de kilómetros de la costa.
Entre los pasajeros se hallaba también la presidenta de la fundación «Ayuda Justa», la doctora Elizaveta Glinka, una conocida filántropa rusa que acompañaba un cargamento humanitario destinada a un hospital sirio.
Posible fallo técnico
«Puede haber sido un fallo técnico. No creo que haya sido un fallo humano, porque el avión estaba ascendiendo», dijo a Interfax Magomed Tolboev, un prestigioso piloto de pruebas ruso. En su opinión, debido a las características del accidente, los ocupantes del avión no tenían ninguna posibilidad de salvarse.
De momento, las autoridades rusas no han adelantado ninguna hipótesis sobre las posibles causas de la tragedia aérea.
El Ministerio de Defensa ruso lleva regularmente a músicos a Siria para que celebren conciertos ante los militares. La base a la que se dirigían los pasajeros del avión siniestrado, Hmeymim, está en la provincia de Latakia. Desde allí, parten los aviones rusos que bombardean distintas zonas de Siria.