Una nueva masacre llena de luto a un país que aún no se repone del reciente tiroteo de Las Vegas o el atentado terrorista de esta semana en Nueva York.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, confirmó que 26 personas murieron en el tiroteo iniciado por una persona en un iglesia baptista de Texas, y que ha dejado además decenas de heridos.
El hecho ocurrió en el templo First Baptist Church, en Sutherland Springs, a 45 kilómetros al sureste de San Antonio (Texas), sobre las 11.30 hora local (17.30 GMT), momento en que se celebraba un oficio religioso.
El autor de los disparos, identificado por varios medios como Devin Kelley un hombre blanco de 26 años, murió después de enlutar a la población de Sutherland Springs, de menos de 500 habitantes.
Kelley es un ex miembro de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que prestó servicios desde 2010 hasta 2014, informó CBS News . Según la cadena de noticias Kelly fue alejado de las filas con una baja deshonrosa y fue juzgado en consejo de guerra en mayo de 2014.
Por su parte la agencia AP reportó que un funcionario del gobierno afirmó que Kelley vivía en un suburbio de San Antonio y que no parecía estar vinculado a grupos terroristas organizados.
El funcionario añadió que los investigadores están mirando las publicaciones en redes sociales que Kelley pudo haber hecho en los días previos al ataque del domingo, entre ellas una que parecía mostrar un arma semiautomática AR-15.