Un drink donde mayormente haitianos compartían y esperaban el año nuevo en Herrera fue bombardeado con bombas lacrimógenas sin haber allí ningún conflicto, causándoles heridas y lesiones.
La propietaria del negocio dice desconocer las razones por la que el establecimiento fue agredido, causándole daños y destrozos.
Personas que se encontraban en el lugar al momento del hecho tuvieron que romper los cristales e incluso saltar desde un segundo piso para huir del ardor que le produjeron los gases lacrimógenos.
“Se acercó una patrulla de la Policía, y los pocos segundos estalló la bomba”, afirma la propietaria del Drink JJ, Jackeline González.
González entiende que se trató de un encargo, o un atentado racial por tratarse de un negocio donde el 90 % de los que acuden son haitianos, por lo que se exige que el abusivo acto sea investigado.