Ascienden a al menos 16 las personas fallecidas, incluida una niña de 10 años, y a 40 los heridos, entre ellos cuatro menores, en el ataque terrorista ocurrido este domingo por la tarde en la playa de Bondi, en el este de Sídney, que las autoridades australianas continúan investigando.
El ataque se produjo sobre las 18:40 hora local (7:40 GMT) del domingo, cuando dos hombres armados con rifles abrieron fuego contra la multitud congregada en un parque cercano a la famosa playa, una de las más concurridas y turísticas del país.
Agentes policiales respondieron al ataque y se produjo un intercambio de disparos, en el que dos policías resultaron heridos.
Las autoridades y medios locales confirmaron la identidad de cinco de las quince víctimas mortales. Entre los fallecidos se encuentran dos rabinos y un hombre francés que fue identificado por el canciller francés, quien añadió en su cuenta de X que la nación europea «no escatimará esfuerzos para erradicar el antisemitismo dondequiera que surja y para combatir el terrorismo en todas sus formas».
Las autoridades australianas confirmaron que los presuntos autores del atentado terrorista en la playa de Bondi son un hombre de 50 años, que murió tras el enfrentamiento con la policía, y su hijo de 24 años, que permanece hospitalizado bajo custodia policial.
«Estamos convencidos de que en el incidente de ayer había dos infractores implicados, uno ha fallecido y el segundo está en estado crítico, pero estable en el hospital. Se trata de un hombre de 50 años y otro de 24, que son padre e hijo», detalló el jefe de la Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, en una rueda de prensa.
Las autoridades llevaron a cabo durante la noche dos registros, uno en Bonnyrigg y Campsie (ambos al suroeste de Sídney), el primero de donde presuntamente eran originarios los atacantes y el segundo, donde se estaban alojando al momento, detalló Lanyon.
Las autoridades confirmaron que no buscan a más sospechosos y que el fallecido contaba con licencia de armas desde hacía una década, con al menos seis armas registradas. Un total de seis armas fueron recuperadas de la escena del ataque y de la vivienda en Campsie.
Uno de los presuntos autores del ataque fue identificado en la víspera como Naveed Akram, un hombre procedente de Bonnyrigg, según indicó un alto funcionario de las fuerzas de seguridad en declaraciones a la cadena pública ABC.
Catorce personas murieron en el lugar de los hechos y otras dos, incluida una niña de 10 años y un hombre de 40, fallecieron posteriormente en el hospital.
Las víctimas, aún sin identificar formalmente, tendrían edades comprendidas entre los 10 y los 87 años y cinco heridos permanecen en estado crítico, según detallaron las autoridades.
La zona continúa acordonada como escena de crimen, con un amplio despliegue policial y la intervención del Equipo Conjunto de Lucha contra el Terrorismo, que ha incautado tres armas de fuego para su análisis forense.
Las autoridades han pedido colaboración ciudadana mientras avanzan las pesquisas.
El comisionado de la Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, confirmó en la víspera que el incidente se produjo en el parque Archer, junto a la playa de Bondi, durante una celebración por el inicio de la festividad judía de Janucá en la que se encontraban cerca de un millar de personas.
«A las 21:36 de esta noche declaré formalmente este hecho como un incidente terrorista», señaló Lanyon en una rueda de prensa el domingo, y explicó que se activaron poderes especiales para garantizar que «no exista ninguna amenaza adicional para la comunidad».
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, afirmó que el atentado «ha golpeado el corazón de nuestra nación» y lo calificó como «un acto de terrorismo y antisemitismo».
«Un ataque contra los australianos judíos es un ataque contra todos los australianos», señaló Albanese tras convocar de urgencia al Comité Nacional de Seguridad, al tiempo que prometió que el Gobierno empleará «todos los recursos necesarios para garantizar la seguridad de la comunidad judía».
Ascienden a 16 muertos, incluida una niña, y 40 heridos las víctimas del ataque terrorista en Sídney
El de este domingo supone el primer ataque mortal contra la comunidad judía en Australia, después de que en los últimos años se produjeran varios incidentes que el Ejecutivo de la nación austral había relacionado con la influencia del Gobierno iraní, lo que llevó a la reciente expulsión del embajador de Irán en Camberra.
El ataque ocurrido en Bondi supone el tiroteo más mortífero en Australia en casi 30 años, desde la masacre de Port Arthur (Tasmania, sur) en 1996, que dejó 35 muertos. Aunque aquel episodio no fue catalogado como terrorismo, sí marcó un antes y un después en la legislación australiana sobre las armas.





