El exsoldado Devin Patrick Kelley (26), sindicado como el atacante que mató a 26 personas e hirió a otras 20 en una iglesia baptista en Sutherland Springs (Texas), había asistido algunas veces a los servicios religiosos en ese mismo lugar y se habría suicidado tras chocar su vehículo poco después de la masacre, informó este lunes (06.11.2017) el sheriff Joe Tackitt, en conversación con la cadena de noticias CBS.
“Por ahora creemos que se infringió heridas a bala”, dijo Tackitt, descartando en primera instancia la versión que hablaba de que un transeúnte que pasaba por el lugar del ataque portando una escopeta habría disparado contra Kelley, hiriéndolo, en un intento por repeler el tiroteo. Sin embargo, sí sería efectivo que dos vecinos armados lo persiguieron por las calles, momento en que el atacante habría chocado su vehículo.
En otra entrevista, esta vez con CNN, Tackitt detalló que el sospechoso había asistido a la iglesia “en algunas ocasiones”, aunque aclaró que este domingo no asistió a los servicios religiosos, sino que llegó de forma inesperada con el evidente objetivo de realizar un ataque armado contra personas inocentes. Kelley había servido en la Fuerza Aérea, de la que fue dado de baja sin honores tras ser acusado de agredir a su mujer y su hijo. Tras ello, se dedicó a dar clases de religión a niños.
Pesar familiar
Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que el atentado no parecía ser una acción azarosa, sino que había sido premeditada. Sin embargo, hasta el momento la real motivación que empujó al atacante a cometer esta masacre sigue siendo un misterio. Las víctimas tenían entre cinco y 72 años. En la iglesia fueron hallados los cuerpos sin vida de 23 personas, otros dos delante del edificio, mientras que otra víctima murió en el hospital.
Originario de un condado vecino, el tirador, que portaba un chaleco antibalas e iba vestido completamente de negro con ropa de operación táctica, estuvo en una gasolinera a eso de las 11.20 de la mañana del domingo, para poco después cruzar la calle y empezar a disparar. Un tío de Kelley dijo a la NBC que en su familia nadie sospechaba nada. “Nunca pensé que Devin fuese capaz de hacer algo así. Mi familia sufrirá por su acto cobarde. Lo siento mucho por las víctimas”, afirmó.