NUEVA YORK. Nancy Yahaira González Rodríguez, una madre dominicana de 33 años de edad, fue asesinada ayer en el apartamento donde vivía en un complejo de viviendas en el suburbio de Terrytown en el distrito Jefferson Parrish, y situado en la cuadra 2100 de la calle Empire Place, en Nueva Orleans.
Junto al cadáver, en medio de un charco de sangre, estaba el hijo de la víctima, de 4 años, y no identificado, fue descubierto después que la arrendataria de la vivienda, Sofía Sánchez, estaba en busca de González para cobrarle la renta del mes que supuestamente le adeudaba.
Al tocar la puerta y ver que nadie respondía ni abría, Sánchez habló con un vecino quien vio al niño abriendo una de las persianas.
Al observar hacia adentro, ambos quedaron atónitos por el macabro espectáculo.
La puerta estaba cerrada por dentro y la policía tuvo que romper la cerradura para poder entrar al apartamento.
No fue sino hasta este martes en la tarde que la Oficina del Médico Forense en Terrytown, confirmó la identidad de la muerta, luego que parientes revelaron el nombre a la prensa.
La policía ni el forense, han dado detalles sobre el crimen ni han aportado datos sobre el tipo de arma usada, la cantidad de heridas, el tiempo que tenía muerta o un posible móvil que llevara al o los asesinos a matarla.
Ella había emigrado desde la República Dominicana hacía varios años, dijeron vecinos a canales de televisión en New Orleans.
El doctor Gerry Cvitanovich, jefe de la oficina forense rehusó ampliar informaciones, alegando que hay una investigación en curso.
El menor no resultó con lesiones.
Al cierre de esta crónica, nadie había sindicado como persona de interés o eventual sospechoso por el homicidio de la madre dominicana. Tampoco se han hecho arrestos.
Los detectives están buscando pruebas y no han determinado el motivo o posibles sospechosos en la investigación del homicidio.
Hacía 16 días que ella organizó la fiesta del cuarto cumpleaños de su hijo, invitando a un grupo de amigos y amigas al apartamento.
El lunes por la tarde, su cuerpo fue sacado del apartamento por oficiales del médico forense y metido en una bolsa plástica azulada.