Gaza.- El número de palestinos muertos desde la medianoche pasada en bombardeos del Ejército israelí sobre la Franja de Gaza, ascendió a 43, mientras que los heridos se cuentan por decenas, informaron fuentes sanitarias locales.
Con ellos, las últimas cifras elevan a 1.130 los muertos palestinos y a 6.500 los heridos durante los 22 días que dura la ofensiva israelí, que en las últimas horas se recrudeció en varios puntos de Gaza.
Entre los blancos atacados figuran oficinas financieras de Hamás, así como la única planta eléctrica de la Franja que suspendió su actividad debido a un gran incendio provocado por un bombardeo contra un contenedor de combustible, que levantó enormes columnas de humo visibles durante horas.
Así lo confirmó un portavoz el Ministerio de Infraestructura de Gaza, después de que responsables de la compañía eléctrica de Gaza advirtieran de que la planta dejaba de producir electricidad para el enclave, hogar de 1,8 millones de personas.
Los ataques de la aviación israelí alcanzaron asimismo la sede de la emisora de radio de Hamás, Al Aqsa, que quedó destruida, así como instalaciones de la televisión del mismo nombre, y un centro que alberga a productoras, que resultó dañado.
La vivienda del líder de Hamás en la Franja, Ismail Haniye, también fue blanco de un misil disparado desde el aire y que no causó heridos, pues el dirigente y su familia no se encontraban en el lugar en el momento del ataque.
El Ejército israelí informó en un comunicado de que durante las últimas operaciones nocturnas en Gaza atacó 70 “lugares terroristas”, que incluyeron dos centros empleados para el comando y control de actividades pertenecientes a Hamás, cuatro almacenes de armas escondidos en mezquitas, lanzaderas de cohetes ocultas cerca de una mezquita y un túnel para uso ofensivo.
A primera hora del día Israel atacó infraestructuras de la tesorería de Hamás, “empleada para la financiación y administración de actividades terroristas en la ciudad de Gaza”, reza el parte militar que notificó haber alcanzado la televisión al Aksa, a la que acusó de instigar a la población palestina contra Israel, así como a una decena de “destacados operativos” en el centro de la Franja.
Israel anunció hoy la muerte de una decena de soldados en la víspera, lo que supone una de las jornadas más duras en cuanto a bajas, y elevó la cifra de uniformados caídos hasta ahora a 53.
Además, tres civiles, dos de ellos israelíes muerieron por el impacto de proyectiles disparados desde Gaza en el transcurso de la ofensiva militar.
Cinco de los soldados murieron en un ataque de un comando palestino que intentaba atacar una comunidad israelí aledaña a Gaza a través de un túnel, y la otra media decena por el fuego de mortero ayer contra un punto fronterizo.
El brazo armado de Hamás, las “Brigadas de Azedín al Kasem”, asumieron la muerte de los diez soldados israelíes, informó la agencia “Maan”.
Entretanto, milicianos en Gaza continuó el disparo de varias andadas de cohetes contra suelo israelí, dos de los cuales explotaron en el concejo regional de Eshkol, y otros dos fueron interceptados por las baterías antiaéreas sobre la población de Ashkelón, informan medios locales.
El lunes, primer día de la festividad del Eid el Fitr, 41 palestinos murieron, once de los cuales fueron encontrados bajo escombros, y más de 200 resultaron heridos en los bombardeos por aire y tierra de Israel en Gaza, de acuerdo a fuentes sanitarias.
Los enfrentamientos entre israelíes y palestinos en el enclave impidieron que sus residentes festejaran la jornada que pone fin al ayuno de 30 días del mes de Ramadán, mientras los esfuerzos para un alto el fuego duradero hasta la fecha resultado infructuosos.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, llamó en la noche del lunes a poner fin “a las masacres que están siendo cometidas contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza”.
Y pidió en un comunicado oficial divulgado por la agencia “Wafa” que la “agresión horrible y fea sobre nuestro pueblo acabe pronto”.