La resolución presentada por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, fue apoyada por la casi totalidad de los Estados miembro de la ONU, ya que apenas dos votaron en contra (Estados Unidos e Israel) y tres se abstuvieron (Micronesia, Palau y las Islas Marshall).
Con respecto a la votación del año pasado, sólo cambió la posición de Palau, que se había pronunciado en contra y ahora decidió abstenerse, dejando aún más solo a Estados Unidos.
El embargo fue impuesto en 1962 por el entonces presidente estadounidense, John F. Kennedy, para forzar un derrocamiento del régimen comunista de la isla. La Asamblea General de la ONU ha pedido su fin en 22 resoluciones presentadas por Cuba, todas aprobadas por gran mayoría.
“Los daños humanos que produce el bloqueo son incalculables. Provoca sufrimientos y constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos. El 76% de los cubanos han vivido bajo sus devastadores efectos desde su nacimiento”, indicó Bruno Rodríguez al presentar el texto en la reunión celebrada en Nueva York.
Según el canciller cubano, el costo económico de los más de cincuenta años de embargo es de 1,15 billones de dólares.
Rodríguez denunció que el bloqueo “ha recrudecido en el sector financiero” durante el gobierno del presidente estadounidense Barack Obama, a quien instó a “escuchar” las voces dentro de Estados Unidos que se pronuncian contra la medida y “dejar de gastar los dólares de los contribuyentes para intentar cambiar infructuosamente al gobierno cubano”.
En respuesta, el diplomático estadounidense Ronald Godard afirmó que su país es utilizado como “chivo expiatorio externo” de los problemas internos de la isla.
“En 2012, el pueblo cubano recibió de Estados Unidos 2.000 millones de dólares en medicinas y alimentos”, puso como ejemplo, intentando rebatir las denuncias de Rodríguez.
“Principal obstáculo al desarrollo de los cubanos”
La reunión de la Asamblea General se inició con el discurso del embajador de Fiji, Peter Thomson, en representación del grupo de los 77 y China, quien señaló que el embargo “contraviene las normas fundamentales del derecho internacional, el derecho humanitario internacional, la Carta de Naciones Unidas y las normas y principios que gobiernan la relaciones pacíficas entre Estados”.
De su lado, el representante de Irán, Gholamhossein Dehghani, afirmó que la votación récord del año pasado marcó un “momento histórico” en busca de poner fin a una medida que buscaba un cambio de régimen “poniendo presión y castigando al pueblo cubano” y que “ni siquiera fue capaz de lograr eso”.
El embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, hablando en nombre del Mercosur, denunció que el bloqueo “es el principal obstáculo al desarrollo de los cubanos”, ya que “limita y retrasa el progreso económico y social” de la isla.
“Es importante resaltar que estas medidas contravienen las normas del sistema internacional del comercio. El bloqueo contra Cuba viola los principios de la justicia y los derechos humanos”, agregó, recordando que los países del Mercosur “rechazan por principio las medidas unilaterales y extraterritoriales”.
Informe duro de CEPAL y PNUD, a pesar de algunos cambios,
La resolución fue acompañada de un informe de la oficina del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, con la posición de los Estados miembro y los órganos del sistema de Naciones Unidas.
“La situación en 2012 fue muy similar a la de años anteriores. El bloqueo afecta las relaciones económicas externas de Cuba y sus efectos pueden observarse en todas las esferas de las actividades sociales y económicas del país”, indicó en ese marco el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) denunció que “los avances en el proceso de actualización del modelo económico se ven obstaculizados por el bloqueo y la inclusión de Cuba, desde 1982, entre los Estados que patrocinan el terrorismo designados por el Secretario de Estado de los Estados Unidos”.
A pesar de este status quo en la situación global del embargo, lo cierto es que este año ha habido algunos cambios, impulsados principalmente por el gobierno del presidente Raúl Castro con su nueva ley de inmigración diseñada para facilitar los procedimientos y requisitos para viajar al exterior, así como para entrar en Cuba.
Por su parte, Estados Unidos comenzó a otorgar a los cubanos visas de turismo vigentes por cinco años y no sólo por seis meses, e incrementó el número de visados temporales hasta 16.767 en el primer semestre de 2013, un 79% más que en igual periodo de 2012.