SANTO DOMINGO.- La corrupción en República Dominicana es “un cáncer que ha contaminado gran parte del tejido social”, denunció el Arzobispado de Santiago.
Agregó que en el país “hay personas que se hacen ricas de la noche a la mañana, y para lograrlo, pisotean principios, aplastan y humillan al que cuestione su accionar dudoso”.
“Los dominicanos que actúan de esa manera, echan al precipicio todo lo que huela a transparencia y honestidad, logrando embotar su conciencia para que no le grite a cada instante”, afirmó el Arzobispado en el editorial del próximo domingo del semanario Camino, titulado “Estamos a tiempo”.
Precisa que “el delito sin castigo ha sido el terreno abonado para que florezcan tantas inconductas ciudadanas” y, en ese sentido, recordó que “durante décadas, hemos presenciado a estos personajes, que pertenecen a un partido o sectores de poder, considerando que este es su mejor blindaje para escapar de la justicia”.
“El padrinazgo que ha beneficiado a los corruptos les ha funcionado a la perfección, pues se presentan expedientes débiles, que dejan puertas abiertas para echar por el suelo la sustentación que en su momento parecía perfecta para condenar al responsable de actos dolosos en perjuicio del pueblo”, subraya.
Recordó también que hace poco el papa Francisco mencionó que “hay pocas cosas más difíciles que abrir una brecha en un corazón corrupto”.
En esa ocasión el Sumo Pontífice citó que una persona corrupta “vive del oportunismo, incluso, llega a interiorizar una máscara de hombre honesto”.
Agregó que “el corrupto no puede aceptar la crítica, descalifica a quien la hace, busca disminuir cualquier autoridad moral que pueda cuestionarlo, incluso, ataca con insultos a todo el que piensa diferente, y si puede, lo persigue. Se cree un vencedor”.
El Arzovispado indica en su editorial que en República Dominicana “se debe fomentar una cultura de transparencia a todos los niveles, que debe comenzar desde el hogar, sembrando valores en nuestros hijos a una temprana edad, y que los mismos vayan sustentados con el ejemplo”.
“Mientras en el país la persecución contra los actos de corrupción sea circunstancial, y en algunos casos selectivos, seguiremos transitando por un camino equivocado, a la vez que nos empobrecemos como nación”, puntualiza el escrito.