Los grupos sociales que desde hace años luchan por el aborto libre en Argentina sintieron el jueves que su objetivo está más cerca que nunca luego de que en una sesión histórica la Cámara de Diputados aprobó un proyecto para su legalización y despenalización.
La iniciativa que autoriza la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 14 semanas de gestación recibió 129 votos a favor y 125 en contra. El proyecto pasará ahora al Senado para su tratamiento.
El presidente Mauricio Macri, que se ha manifestado en contra de la interrupción voluntaria del embarazo, se comprometió a no vetar la norma en caso de que sea aprobada. De ser así, Argentina se sumará a Uruguay, Guyana, Cuba y la Ciudad de México, los únicos en Latinoamérica que han legalizado el aborto.
Es la primera vez que un proyecto para despenalizar el aborto y legalizar su práctica llega al pleno de una cámara del Congreso de Argentina, el país nativo del papa Francisco, luego de que varias iniciativas se frustraran en instancias legislativas inferiores.
El maratónico debate fue considerado uno de los más trascendentales desde el regreso de la democracia en 1983.
La tendencia en el voto fue variando a lo largo de las últimas horas con muy poco margen de diferencia, generando un estado de creciente nerviosismo entre los pro y anti abortistas congregados en las inmediaciones del Congreso.
Los defensores del proyecto que pernoctaron en la zona celebraron el resultado con gritos, cánticos y saltos de alegría. El cansancio no parecía hacer mella en cientos de jóvenes con pañuelos verdes al cuello luego de haber pasado la noche en sacos de dormir y sillas plegables, combatiendo con fogatas de las gélidas temperaturas de la noche.
“Este es un momento histórico, después de 13 años de lucha esto es único… aborto legal, seguro y gratuito”, dijo a The Associated Press con voz ronca de tanto gritar María Viviana Otero, una estudiante de 18 años que celebraba junto a otras mujeres.
La diputada izquierdista Vilma Ripoll indicó a AP que Argentina está más cerca de conseguir “este derecho que tienen en Europa, Estados Unidos y Canadá”.
“Estuvimos años peleando dentro de la cámara y no habíamos logrado pasar de las comisiones (legislativas). Esto es un triunfo de esta movilización, de las mujeres”, agregó.
El proyecto llegó a la cámara baja por el empuje desde hace 13 años de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito integrada por unas 500 organizaciones sociales y políticas de índole feminista.
En un sector opuesto a la plaza frente al Congreso los anti abortistas, ataviados con prendas celestes, se mostraron compungidos.
Los legisladores a favor de la práctica argumentaron que evitará la muerte de miles de mujeres humildes expuestas a complicaciones por abortos clandestinos.
Los que se manifestaron en contra alegaron su formación católica y advirtieron que el aborto legal va en contra del ordenamiento jurídico argentino “que garantiza la vida desde el momento de la concepción”.
En Argentina es ilegal interrumpir el embarazo excepto en los casos de violación y riesgo para la vida o salud de la madre; sin embargo ese primer supuesto no lo cumplían todas las provincias.
Las mujeres se exponen a penas de hasta cuatro años de cárcel por abortar, la misma con la que se castiga a los médicos si practican abortos a embarazadas con su consentimiento.
Unas 520.000 mujeres, según una estimación del Ministerio de Salud de 2016, interrumpen sus embarazos de forma clandestina anualmente. La cartera reportó además que ese año 43 embarazadas fallecieron como consecuencia de abortos, sin especificar si fueron espontáneos o inducidos.
La mayoría de los sondeos son favorables a la iniciativa, apoyada por los organismos de derechos humanos argentinos y organizaciones internacionales como Human Rights Watch y Amnistía Internacional.
Argentina ha sido escenario en los últimos años de conquistas sociales como la ley del matrimonio igualitario en 2010 y la ley de identidad de género en 2012.