RIAD. Las autoridades saudíes han arrestado a decenas de personas más, con lo que se eleva a 201 el número de detenidos, como parte de una investigación de corrupción de por lo menos 100.000 millones de dólares, informó el jueves el reino.
Críticos saudíes y expertos han descrito el histórico operativo contra altos príncipes y empresarios como un audaz y riesgoso movimiento por parte del príncipe heredero Mohammed bin Salman, con el objetivo de consolidar su poder y abrirse camino al trono, al deshacerse de rivales potenciales y desmantelando alianzas entre otros miembros de la familia real.
El operativo se presenta en un momento de tensión entre Arabia Saudí y su principal rival regional, Irán, por el actual conflicto en Yemen y una nueva crisis política que se origina en el Líbano.
El procurador general Saud al-Mojeb dijo se han llamado a 208 personas para ser interrogadas y siete de ellas fueron liberadas sin cargos, por lo que hay 201 sospechosos detenidos.
Se trata de la primera cifra que reporta el gobierno y es mucho mayor a la que se conocía previamente, lo que refleja una continua serie de arrestos durante toda la semana. Las sorpresivas medidas comenzaron durante la noche del sábado, cuando se detuvo inicialmente a 11 príncipes y 38 funcionarios, oficiales militares y líderes empresariales. Permanecen retenidos en hoteles de cinco estrellas, incluyendo el Ritz-Carlton en Riad.
El príncipe heredero de 32 años, hijo del rey Salman y conocido popularmente por sus iniciales MBS, encabeza la investigación como jefe de la recién formada comisión anticorrupción.
Entre los detenidos se encuentra el multimillonario príncipe Alwaleed bin Talal y dos hijos del difunto rey Abdullah, incluyendo al príncipe Miteb, quien hasta el sábado se encontraba al frente de la poderosa Guardia Nacional. Hace siete años era considerado un aspirante al trono y se cree que recientemente se opuso al nombramiento de MBS como príncipe heredero.
El gobierno se negó a identificar a las personas interrogadas, al señalar que respeta su privacidad durante esta etapa de la investigación.
Se calcula que se han congelado unas 1.700 cuentas bancarias individuales.
“El potencial alcance de las prácticas de corrupción que se han descubierto es enorme”, dijo al-Mojeb, quien añadió que basándose en investigaciones de los últimos tres años, se han malversado por lo menos 100.000 millones de dólares.
Al-Mojeb confirmó que se tomaron medidas para suspender cuentas bancarias individuales, pero no reveló cifras. El gobierno subrayó que únicamente se han congelado cuentas individuales, mientras que las empresariales permanecen intactas.
Durante años, los saudíes se han quejado de una desenfrenada corrupción y el mal uso de fondos públicos por parte de altos funcionarios.
En años recientes, las familias saudíes también han tenido que lidiar con medidas de austeridad que han disparado los costos, y al mismo tiempo se les ha dicho que ya no pueden contar con lucrativos puestos dentro del gobierno.
En tanto, los miembros de la extensa familia real y sus socios comerciales cuentan con una añeja reputación de operar por encima de la ley. Los miembros de la familia real reciben estipendios mensuales por una cifra no revelada y que provienen de las arcas estatales que se han enriquecido durante años gracias a los altos precios del petróleo.
Una vez que los precios del petróleo comenzaron a caer hace tres años sin recuperarse plenamente, Arabia Saudí decretó nuevos impuestos y canceló algunos subsidios a fin de impulsar los ingresos y recortar los gastos del gobierno.