Si algunos pensaron que el que Apple admitiera que bajaba el rendimiento de los iPhone de forma intencional, esto tras presentarse desgaste en la batería, terminaría el aguerrido debate, sentimos decirles que no, esto apenas comienza y se ve que va para largo.
A día de hoy, Apple ya ha sido notificada de ocho demandas colectivas por parte de usuarios que aseguran que la baja en el rendimiento se debe a un defecto en la fabricación del iPhone, el cual afecta la experiencia de uso y donde la batería no es capaz de soportarlo. Siete de estas demandas son en diversas regiones de Estados Unidos y una proviene de Israel.
Demandas millonarias por “falta de comunicación”
Hasta este momento y después de haber confirmado la ralentización, Apple no ha mencionado nada más acerca de este caso, todo mientras se siguen preparando demandas provenientes de todas partes del mundo.
De entre los argumentos de los demandantes nos encontramos con acusaciones por fraude de parte de Apple, ya que el no avisar desde en un inicio que una batería degradada afectaba el rendimiento de un iPhone, llevó a varios usuarios a adquirir un nuevo dispositivo cuando esto se pudo haber solucionado con un cambio de batería por una fracción del coste.
Otras demandas hablan de “la incapacidad de las baterías para manejar la carga de trabajo creada por las velocidades del procesador”, e incluso algunos exigen que Apple cambie las baterías de forma gratuita, ya que se trata de “un defecto que la compañía ha tratado de enmascarar”.
En el caso de la demanda colectiva en San Francisco, quien está a cargo es el abogado Jeffrey Fazio, un experto en estos temas ya que en 2013 logró un acuerdo con Apple por 53 millones de dólares, esto después de unos problemas en el manejo de las garantías por parte de los de Cupertino.
A pesar de que muchos pronostican que Apple deberá pagar por este “fallo de comunicación”, algunos otros, como Chris Hoofnagle, director de la facultad del Centro de Derecho y Tecnología de Berkeley, dice que Apple no hizo mal, ya que la demanda raya ligeramente la ley de protección al consumidor, que habla del envejecimiento de los productos electrónicos, lo que permite que algunas compañías hagan ajustes en sus productos alegando posibles fallos de seguridad.
Lo que es un hecho es que las demandas ya están listas, algunas de ellas buscan recibir dinero por los daños ocasionados por estos hechos, mientras otras van por reembolso y cambios de baterías. Además, hay que considerar que hay nuevos casos que se están preparando en otras regiones del mundo en algo que podría ser la demanda colectiva más grande en muchos años.