Aseguró que, con un proyecto de vida bien planeado, los jóvenes evitan ser permeados por sujetos malintencionados que los desvíen de la ruta de su desarrollo personal y espiritual
SANTO DOMINGO.- El ministro de Educación, Andrés Navarro, afirmó que se ha propuesto, como uno de los ejes fundamentales de la transformación del sistema educativo, que los maestros y las maestras de los centros educativos públicos o privados, ayuden a los estudiantes de secundaria a preparar su proyecto de vida, como muro de contención ante la vulnerabilidad que caracteriza el contexto social y económico.
Al participar como orador invitado en la 59va. Graduación del Colegio Salesiano Don Bosco, el ministro Navarro abogó por que los nuevos bachilleres asuman el cierre del ciclo preuniversitario como el inicio de otra etapa en el desarrollo de sus vidas, con un proyecto bien planeado para evitar ser permeados por entes malintencionados que los distorsionen en la ruta universitaria que emprenderán.
“Esta será una gran tarea, que sea propio de todo el sistema educativo, que cada niño, niña, adolescente o joven, vaya preparando su plan de vida en el transcurso de su formación desde los mismo centros educativos”, subrayó.
El funcionario llamó la atención de los graduandos que aprendan desde ya a diferenciar los sueños, aspiraciones, ilusiones o fantasías de los proyectos o metas concretas con acciones bien identificadas y plazos para alcanzar.
Advirtió que cuando unas personas confunden sueños con los proyectos, tiene mayor probabilidad de perderse en el camino, “por eso les invito a que conviertan sus sueños en proyectos, pero que nunca a sus proyectos les falten sueños que los inspiren cada vez más.”
Indicó que un joven con un proyecto de vida definido, “cuenta con una dirección clara, desarrollado la competencia de la toma de decisiones, de ver al futuro y construirlo con sus pasos firmes, con fe, perseverancia y con el mayor de sus esfuerzos”.
“Piensen lo que significa esta graduación para sus padres o tutores presentes, pues se trata de una gran meta para ellos; es importante que no olviden el valor que tiene para los padres que su hija o hijo vaya alcanzando metas como la que hoy ustedes celebran junto a la directiva de este histórico y maravilloso centro educativo salesiano”, refirió Navarro en el acto celebrado en el Auditórium de la Casa San Pablo.
En la graduación del Colegio Salesiano Don Bosco, cuya promoción 2017 se identifica como Streinten, Navarro exhortó a los jóvenes a que durante el desarrollo de la nueva etapa que enrumbarán a partir de los próximos meses, pongan en práctica la extraordinaria formación académica y en valores que recibieron en el Don Bosco.
Asimismo, Navarro, quien se formó en el Colegio Don Bosco, exhortó a los jóvenes a entender que su paso por este centro ha sido un privilegio que no han tenido otros jóvenes, “por lo que es importante que asuman esto con la suficiente humildad para que valga la pena todo el esfuerzo que sus maestros y padres han realizado”.
Previo a la entrega de los diplomas a los 82 nuevos bachilleres, el Consejo de Dirección del Colegio Don Bosco entregó una placa de reconocimiento al ministro Navarro, por la gestión que desarrolla al frente del Ministerio de Educación, así como en su calidad de exalumno del plantel escolar católico.
Asimismo, fueron reconocidos decenas de estudiantes por desarrollar los valores como esfuerzo, solidaridad, responsabilidad y aprovechamiento académico, mientras que la joven Beatriz Mendoza recibió una placa por haber concluido el ciclo con las más altas calificaciones.
El sacerdote Ramón Erinel Quezada pronunció el discurso de cierre del evento, en el que recordó a la promoción “que deben mostrar las calidades académicas y humanas recibidas en el Don Bosco, al tiempo que les advirtió que la felicidad no se encuentra, sino que se construye”.
Señaló que al centro le quedará la tranquilidad de que los nuevos bachilleres sabrán poner en alto el lema de construir buenos cristianos y honrados ciudadanos, “llévenlos sobre sus vidas y serán felices”.
A la actividad asistieron, además, el reverendo José Miguel Núñez, en representación del rector mayor Ángel Fernández; Ángel Sánchez, director de la obra salesiana; el reverendo Néstor Pasos, y Josefina Peguero, administrativa, entre otros directivos del Don Bosco.