El actor cubano Albertico Pujol se presentará en la temporada Circo Cabaré de Microteatro con Necesito un part time, una comedia original de Edgar Cueto con la que vuelve a un escenario de Miami después de dos años, informó El Nuevo Herald.
La obra, que la que compartirá cartel con su paisana Sandra Pérez y bajo la dirección de Lilo Vilaplana, estará en cartelera en el Patio del Centro Cultural Español desde el 4 de enero hasta el 4 de febrero en funciones de jueves a domingo, de 8:00 pm a 12:00 am.
Pujol, de 57 años, interpreta al gerente de una fábrica de palillos de dientes reciclados que le niega trabajo a una cabaretera por considerarla de dudosa moralidad. Sin embargo, la mujer se las ingenia para atraerlo a su mundo convirtiéndolo en el animador de un espectáculo de variedades que echará por tierra todos sus principios.
“El hombre es víctima de sus propias limitaciones. De hecho, piensa que todos los artistas son gay”, explicó Pujol al diario miamense.
El actor define la obra como “un juguete cómico sobre la misoginia y los prejuicios de la gente ante determinadas profesiones”.
“Como nunca había interpretado un personaje parecido he tenido que hacer un esfuerzo doble. Pero vale la pena con tal de presentarme por primera vez en Microteatro, esa especie de gimnasio que permite perfeccionar el trabajo durante seis funciones en la misma noche”, dijo.
Pujol se presentó por última vez en escena en Oficialmente Gay. Además de su participación en esta comedia concluyó el cortometraje Los ponedores —una historia de presidiarios dirigida por Vilaplana que se exhibirá en varios festivales internacionales—.
En la serie Leyendas del exilio (América TeVé), del mismo director, Pujol realizó una actuación especial y musicalizó algunos capítulos.
“Es una faceta en la que me siento muy cómodo”, declaró Pujol, cuyas canciones figuraron en el repertorio de Mirtha Medina, Alfredito Rodríguez e Issac Delgado durante la década de 1980.
El actor también ha incursionado en los sketches de los programas TN3 y El Happy Hour. Ha exhibido sus cuadros en varias exposiciones colectivas en el Milander Center, de Hialeah.
De Colombia a Miami
“Sabía a lo que tenía que enfrentarme en Miami, pero ese era el precio que debía pagar para vivir en libertad junto a mi esposa y mis cuatro hijos”, dijo a El Nuevo Herald el actor, que antes de lograr un empleo fijo como imagen de una compañía de seguros, desempeñó múltiples ocupaciones para sobrevivir.
Pujol salió de Cuba rumbo a Colombia en el 2011. Allí grabó 15 telenovelas y 14 series de televisión, entre las que destaca El Capo, La traicionera, Rafael Orozco, El ídolo y Celia, en la que interpretó a Rogelio Martínez, director de la Sonora Matancera.
“Colombia fue la plaza que me permitió confrontar mi trabajo con el de los actores de otras nacionalidades. Fue una etapa que me preparó para entender las reglas del juego del capitalismo y no niego que tuve una buena racha. Pero yo sabía que mi destino sería Miami. Sobre todo, cuando me di cuenta de que las conversaciones entre el Gobierno de Cuba y la guerrilla colombiana podían cambiar el panorama en poco tiempo y la situación de los cubanos corría el riesgo de complicarse. Por eso decidí marcharme a EEUU, el país donde siempre quise vivir”, aseguró el actor.
“Me considero un veterano de la televisión”, añadió. “Allí aprendí el oficio que luego seguí puliendo en la Escuela Nacional de Arte, a la que entré en cuanto supe que no había que estudiar matemática”, dijo entre risas.
Entre los trabajos que marcaron un antes y un después cuando vivía en la isla, Pujol mencionó el espacio de televisión Para bailar (1979), donde se probó como animador, las películas Los pájaros tirándole a la escopeta (1984) y Casa vieja (2010), y la serie Día y noche (1989-1992) en la que interpretó a El Tabo.
“Cuba sigue siendo la base de todo lo que vino después. No puedo negarlo. Tuve el privilegio de alternar con Reinaldo Miravalles, Rosita Fornés, Consuelito Vidal, Mario Balmaseda y otros muchos artistas que crearon escuela. Pero lo más importante fue que recibí el reconocimiento del pueblo, algo que no todos pueden lograr”, señaló Pujol, que sueña con dirigir un programa musical “con todas las de la ley”.