Caracas (Venezuela).- La cumbre de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) acordó este martes en Caracas formar un “grupo de facilitadores” de los diferentes organismos de integración latinoamericanos para “facilitar una diplomacia de compromiso” entre los gobiernos de EE. UU. y Venezuela.
La declaración final de la cumbre -leída por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, al término del encuentro- acordó la creación de ese grupo de ALBA, Celac, Unasur y Caricom “para aliviar las tensiones y garantizar la resolución amigable”, aunque no precisó más detalles de su composición.
Los países de la alianza piden a EE. UU. “acoger y establecer un diálogo con el Gobierno de Venezuela, como alternativa al conflicto y a la confrontación, fundamentado en el respeto permanente de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos y de los estados”.
Asimismo, la declaración de la ALBA pide al Ejecutivo de EE. UU. la derogación de la orden ejecutiva que consideró al país caribeño “una amenaza extraordinaria” para su seguridad y le exige que “cese de inmediato el hostigamiento y la agresión contra el Gobierno y el pueblo de Venezuela”.
“Dicha política de EE.UU. -afirma el documento conjunto- alienta la desestabilización y el uso de la violencia por parte de sectores de la oposición venezolana”.
Los países de ALBA consideran “injustificada e injusta” la orden ejecutiva decretada el pasado lunes por el presidente de Estados Unidos, BarackObama, y estiman que constituye “una amenaza contra el principio de soberanía y de no intervención en los asuntos internos de los estados”.
En este sentido, instan a EE. UU. a “abstenerse del uso de recursos coercitivos unilaterales que violen el derecho internacional” al tiempo que enfatizan que Venezuela “no representa amenaza para ningún país”.
La declaración también denuncia “la feroz campaña mediática internacional contra Venezuela y su Gobierno, encaminada a desacreditar la revolución bolivariana, intentando crear las condiciones para una intervención a mayor escala y ajena a la solución pacífica de las diferencias”.
Los países de la ALBA reiteran su “más firme respaldo” al Gobierno de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y su “solidaridad y apoyo” con la presidenta argentina, Cristina Fernández, y su Gobierno quienes “están siendo sometidos a una campaña de desprestigio personal e institucional por parte de sectores de la derecha política y mediática de su país”.
En la cumbre de la ALBA celebrada en el palacio presidencial de Miraflores de Caracas participaron junto a Maduro los presidentes de Cuba, Raúl Castro; de Bolivia, Evo Morales; y de Nicaragua, Daniel Ortega.
En representación del presidente de Ecuador, Rafael Correa, acudió su canciller, Ricardo Patiño.
También asistieron los primeros ministros de Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Guyana y Haití, éste último en calidad de miembro observador.