La modelo acudió a la casa de su ex marido este viernes en compañía de su madre para recoger unas pertenencias que aún guardaba allí, pero tuvo que volverse con las manos vacías. El guarda de seguridad de la finca le impidió la entrada a la urbanización, ya que carecía de autorización para permitirle la entrada a la que ha sido una vecina más durante casi un año.
Alba mantuvo una larga conversación con el responsable de seguridad, pero éste no cedió,de manera que la modelo no tuvo más remedio que volver a montar en su coche y regresar a casa, según Europa Press. Eso sí, se despidió con una sonrisa, la misma que ha lucido desde que haya “pasado página” a su matrimonio con Feliciano López, como ella misma afirmó este miércoles.
Parece evidente que, aunque el cruce de acusaciones entre la ex de Fonsi Nieto y el tenista ha cesado, la relación entre ellos sigue siendo bastante tensa, incluso nula. Alba trata de sobreponerse a esta ruptura volcada en su trabajo como copresentadora de Hable con ellas, mientras que Feliciano disfruta de una gran racha en las canchas y lo celebra con una rubia con la que se muestra muy cómplice.