Dos explosiones ocurridas este viernes en Trípoli, en el norte del Líbano, dejaron al menos 42 personas muertas. Según el reporte más reciente emitido por el ministro de Sanidad, Ali Hasan Jalil, el número de heridos se ubicó en 500, tras el doble atentado con coche bomba.
Según el diario local ‘Daily Star’, que cita una fuente de seguridad, la primera explosión tuvo lugar hacia las 13:30 hora local cerca de la mezquita Taqwa, donde el clérigo salafista Salem Al Rafi, detractor del presidente sirio, Bashar Al Assad, pronunciaba un sermón.
Minutos después se produjo una segunda detonación en la calle Maarad, cerca de la mezquita Salam y de la residencia del primer ministro en funciones, Najib Mikati, quien, según su oficina no se encontraba en Trípoli.
Ambas explosiones, según el diario, ocurrieron cuando los fieles abandonaban las mezquitas tras el rezo del viernes.
Mikati condenó los atentados y consideró que constituyen “un mensaje claro” cuyo objetivo es “sembrar el conflicto” y generar reacciones por parte de Trípoli y sus “hijos”. “Pero Trípoli y los tripolitanos demostrarán, una vez más, que son más fuertes que el complot y que no permitirán que el conflicto acabe con su determinación y su fe”, reseñó la agencia oficial NNA.
Por último, le aseguró a los habitantes de la ciudad que estará a su lado, “en particular en estas circunstancias difíciles”, publicó Europress.