GINEBRA (Agencia EFE).- Al menos 343 palestinos murieron y otros 573 resultaron heridos únicamente este fin de semana por los ataques israelíes en la Franja de Gaza, según las informaciones recibidas por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas.
El informe diario sobre el impacto de esta guerra indica que la capacidad de los organismos humanitarios sigue «gravemente comprometida» debido a los intensos bombardeos israelíes desde aire, tierra y mar y las repetidas denegaciones de acceso, especialmente al norte de la Franja.
En la sección sur del enclave, continuó la ofensiva israelí contra la gobernación de Deir al Balah y las ciudades de Jan Yunis y Rafah, principal refugio para los desplazados y donde más de un millón de personas se encuentran hacinadas.
En las últimas 48 horas, la ONU constató una recuperación parcial de las comunicaciones por telefonía móvil, que estuvieron cortadas durante más de una semana, el corte de duración más extensa que ha sufrido la Franja desde el estallido de la guerra el pasado 7 de octubre.
Sin embargo, las agencias humanitarias recuerdan que la conexión a Internet sigue cortada, lo que impide que la gente de Gaza acceda a información vital y dificulta otras formas de respuesta humanitaria.
A pesar de la limitada entrada de ayuda, el informe también indica que el apoyo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas a ocho de las 15 panaderías funcionales en toda la Franja habría conseguido que al menos 250,000 personas hayan adquirido pan a precio subsidiado.
En paralelo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recordó que los 16 hospitales que todavía funcionan parcialmente en Gaza están prestando servicios limitados, pero aún enfrentan desafíos como la escasez de personal médico, la falta de suministros y la necesidad urgente de combustible, alimentos y agua potable.
«La capacidad de diagnosticar enfermedades sigue siendo extremadamente limitada (…) y la posibilidad de respuesta también sigue siendo limitada. Seguiremos pidiendo un acceso seguro y sin obstáculos a la asistencia médica y que se proteja la salud», señaló el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.