BAGDAD. El primer ministro iraquí instó el lunes a “eliminar las células latentes” de los yihadistas después de que un doble atentado suicida dejara al menos 31 muertos en el centro de Bagdad, el segundo en la capital iraquí en tres días.
Este atentado ocurre al día siguiente del anuncio del primer ministro, Haider Al Abadi, de su candidatura a las legislativas del 12 de mayo a la cabeza de su propia lista, llamada Alianza de la Victoria, y más de un mes después de que anunciara “el fin de la guerra” contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El lunes a primera hora, en la plaza Al Tayaran, cuando los trabajadores jornaleros esperan para encontrar un trabajo, se produjeron dos explosiones.
“Dos kamikazes se hicieron explotar en la plaza Al Tayaran en el centro de Bagdad”, indicó el general Saad Maan, portavoz del comando conjunto de operaciones iraquí.
Este doble ataque dejó “31 muertos y 94 heridos”, indicó un responsable policial a la AFP, que requirió el anonimato.
Numerosas ambulancias llegaron al lugar del atentado, donde las fuerzas del orden se habían desplegado en gran número, constató un fotógrafo de la AFP.
La plaza Al Tayaran ha sido blanco de ataques, a menudo mortales, en numerosas ocasiones.
Según el experto en movimientos yihadistas Hisham Al Hashemi, varios atentados causaron unos 180 muertos desde 2011, muchas veces “antes de las elecciones o justo después de unos comicios” con el fin de “crear el caos y exacerbar las divisiones confesionales”, indicó a la AFP.
Pocas horas después de estos atentados, otra bomba estalló en el este de Bagdad, causando un muerto y seis heridos, agregó el responsable de policía.
Tras un periodo de relativa calma, la capital iraquí se ha visto golpeada por una nueva ola de atentados, tras el lanzamiento a finales de 2016 de la ofensiva para reconquistar Mosul. La segunda ciudad del país y feudo de los yihadistas fue arrebatada al EI en julio de 2017.
El EI cometió múltiples atentados en Bagdad y en el resto del país.
El sábado, cinco personas murieron en un ataque suicida perpetrado en un punto de control de las fuerzas de seguridad cerca de una concurrida plaza en el norte de Bagdad.
Estos recientes atentados no han sido sin embargo reivindicados hasta la fecha.
Poco después de las explosiones del lunes, Abadi mantuvo una reunión de urgencia con el comando conjunto de operaciones y los responsables de los servicios de inteligencia.
El primer ministro les pidió actuar “para eliminar las células latentes del EI y asegurar la seguridad de los ciudadanos”, indicó un comunicado de su oficina.
En diciembre, Irak anunció por todo lo alto el “fin de la guerra” contra el EI, expulsado de la región de Bagdad y también del conjunto de zonas urbanas y pobladas que controlaban los yihadistas en el país. Persisten no obstante células activas de la organización ultrarradical en el norte de la capital.
El tema de la seguridad, en un país azotado por la violencia desde la invasión en 2003 de Estados Unidos, será crucial en la campaña electoral para las legislativas de mayo.
Abadi se enfrentará a su predecesor, Nuri Al Maliki, miembro del mismo partido Daawa, aunque los dos políticos decidieron presentarse en listas separadas.
En esta carrera electoral, el actual primer ministro, de 65 años, parte con ventaja después de haber conseguido convencer al grupo Hashd Al Shabi, una coalición de grupos armados y civiles que tomaron las armas contra el EI, para que se sumaran a su formación. El Hashd está dominado por milicias chiitas respaldadas por Irán.
Los comicios se celebrarán el 12 de mayo en las 18 provincias del país para elegir a 328 diputados.
por Ammar KARIM