El próximo lanzamiento de Bartolo Colón le permitirá igualar un récord para lanzadores dominicanos. Cuando eso ocurra, probablemente este jueves, el derecho se convertirá en apenas el segundo monticulista de su país que ve acción en las Grandes Ligas con 44 años de nacido.
El legendario Diomedes Olivo es el único serpentinero quisqueyano que ha hecho lo que su compatriota está por conseguir. Curiosa carrera, la de Olivo, que incluyó momentos memorables con los Tigres del Licey y el estatus de novato en las Mayores cuando ya había cumplido los 41, en 1960.
Colón irrumpió como recluta hace mucho tiempo ya, cuando tenía 23, en 1997. Por entonces, lanzaba la recta con fuerza y era un legítimo prospecto de los Indios de Cleveland. El derecho probablemente no sospechaba que festejaría su cumpleaños número 44 como parte de la rotación de un equipo en MLB, este 24 de mayo. La suya también es una carrera curiosa, que incluye casi tantos logros notables como velitas tiene su pastel.
En abril, Colón se anotó su primera hazaña de 2017 entre los representantes de su tierra. Ninguno, incluyendo a los Salón de la Fama Juan Marichal y Pedro Martínez, había aparecido en la Gran Carpa durante 20 temporadas, la meta que alcanzó el oriundo de Altamira gracias al contrato que firmó como agente libre con los Bravos de Atlanta durante el receso invernal.
Ya Colón es el lanzador con más decisiones en la expedición de Quisqueya, con 401, gracias en buena medida a que también es el que suma más derrotas, 166. Pero esta misma temporada podría dar caza a Marichal como el número uno de todos los tiempos en victorias, pues se ha acercado a sólo ocho del Dominican Dandy, quien se retiró con 243.
Colón es el escolta de Pedro entre los ponchadores de su lar y le faltan dos abanicados para convertirse en el segundo dominicano que completa 2.400. Es el número dos entre sus paisanos con más de 3.000 entradas lanzadas, a la zaga de Marichal, y como éste, es un maestro del control que no concede 50 o más bases por bolas en un torneo desde el 2004, cuando los Angelinos todavía eran, a secas, los Angelinos de Anaheim.