Francisco Aponte es profesor de matemáticas en el liceo José Reyes en Yamasá, Monte Plata.
El maestro Aponte es un maestro de verdad. Por vocación. Por cariño.Si volviera a nacer, asegura, volvería a estudiar Educación, mención Matemáticas.
Hace tres años que comenzó a impartir docencia a nivel medio y con gran alegría asegura que el Gobierno ha puesto todo su esfuerzo para dignificar la vida de los maestros y maestras.
“Ahora tenemos más beneficios, muchos más que antes. Cuando yo entré al sistema educativo el maestro cobraba 38 mil pesos; ahora pasamos a cobrar 46 mil 200 pesos. Es un cambio del cielo a la tierra”.
Para él, no solo ha sido bueno el aumento salarial, sino también la Evaluación del Desempeño Docente aplicado por el Ministerio de Educación que le ha permitido a él y a otros maestros recibir un jugoso incentivo mensual de unos 12 mil pesos.
“Con los incentivos que me llegaron este mes pienso agrandar la fantasía que tiene la esposa mía en el hogar”.
El profesor está seguro de que llegarán mayores beneficios para los docentes este año, que permitirán una mejor vida para ellos y sus familias.
“Mi 2018 ¡oh!, yo espero, si estamos bien, seguir mejorando”, dice satisfecho.