Los diagnósticos recientes sobre informalidad son correctos, pero la regidez laboral es solo una de sus causas; existen otros problemas estructurales que deben enfrentarse para resolver el fenómeno.
SANTO DOMINGO, RD.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) advirtió que la única manera de enfrentar la informalidad en la economía es realizando reformas estructurales profundas y cambiando radicalmente el modelo productivo generador de pobreza en República Dominicana.
El presidente de la entidad empresarial, Víctor Castro, considera que “andan por las ramas” quienes piensan que el mal puede ser encarado solamente a partir de una reforma del Código Laboral, dejando intacto “el sistema rentista y clientelar prohijado por el mismo sector privado”.
En ese contexto recordó que distintos factores son causantes de informalidad, como la economía ilegal y la economía no declarada –que a cierto nivel son impulsadas por los mismos sectores formales-, los problemas institucionales y un sistema tributario que debería ser más fluido y expedito.
Desde su óptica, son correctos los diagnósticos recientes sobre el incremento de la informalidad, pero señaló que este fenómeno mantiene su vigencia gracias a un modelo económico repartidor de pobreza y excluyente “que los mismos empresarios no nos atrevemos a enfrentar”.
“Hay que abandoner el modelo que estanca el desarrollo de las fuerzas productivas y que propicia el crecimiento en sectores que aportan poco trabajo digno a la economía, y eso supone reformas estructurales que van más allá de la legislación laboral”, señaló el presidente de la AEIH.
Planteó que un cambio de modelo –a partir de una reforma estructural- implicaría fuertes ajustes y sacrificios y supondría también que algunos sectores, que se han beneficiado del estatus actual, “se les pisen los cayos.”
Sostuvo que el hallazgo de los nuevos estudios, en el sentido de que mientras crecen los empleos públicos los del sector privado formal permanecen prácticamente estancados, es también una consecuencia del mismo modelo económico existente.
“Es hora de que enfrentemos los problemas de raíz y dejemos de andar por las ramas, vamos a sacarnos de la cabeza un modelo de competitividad espuria que nos está estancando. Debemos desarrollar un esquema que impulse las capacidades productivas de los dominicanos para poder competir en un mundo cada vez más globalizado”, subrayó.