El jefe del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, Rafael del Rosario, advirtió del peligro de que se permita la venta de gas licuado de petróleo (GLP) en las estaciones de expendio de gasolina y otros combustibles.
Del Rosario consideró que el almacenamiento y comercialización de estos combustibles en un mismo establecimiento duplicaría los riesgos de incendios, explosiones y otros eventos.
Explicó además que como el manejo de incendios en una estación de ventas de gasolinas requiere el uso de métodos y elementos químicos diferentes al ocurrido en una envasadora de GLP, desbordaría la capacidad de respuesta de los bomberos y otros organismos de socorro.
Recordó que como el gas licuado de petróleo es un combustible altamente inflamable es que se han dictado normas y resoluciones que reglamentan la instalación de envasadoras en lugares distantes una de otra y no rodeadas por poblaciones.
Del Rosario refirió que precisamente a lo delicado en el manejo y distribución del GLP, es que en dichas plantas se ha establecido una serie de normas para mitigar los riesgos de conatos de incendios y otros eventos.
“Uno de esos requisitos, es que al momento de abastecerse un vehículo accionado por gas licuado de petróleo, chofer y pasajeros deben desmontarse antes y apagar el motor, porque cualquier chispa e incluso el alto volumen de la música podría desencadenar un conato de incendio”, agregó.
Según datos de la estación de Bomberos del Distrito Nacional, en el país funcionan unas mil 300 estaciones de expendio de GLP, que venden 40 millones de galones diario del combustible y con alrededor de 25 mil empleados. Al respecto, del Rosario dijo que de permitirse que en las bombas de gasolina se comercialice dicho carburante, la mitad de esos empleos se perdería.