NUEVA YORK. El congresista dominicano en la Cámara de Representantes Adriano Espaillat, rechazó anoche el despectivo y vulgar calificativo del presidente Donald Trump a El Salvador, Haití y África, de los que dijo, “son agujeros de mierda”, durante una reunión con senadores republicanos y demócratas, donde se trató el acuerdo migratorio.
“No me sorprende”, dijo Espaillat, añadiendo que tanto el vocabulario como la actitud de Trump, son parte de su conducta racista y xenofóbica contra todos los inmigrantes en Estados Unidos, especialmente los hispanos.
El pronunciamiento es una indirecta también a los negros americanos, descendientes de los africanos, por lo que se les conoce como afroamericanos.
El periódico Washington Post, publicó ayer jueves que Trump también dijo que prefiere inmigrantes de Noruega, el país de su abuelo y preguntó “¿a qué vienen esas gentes aquí?”, en alusión a los haitianos y los salvadoreños.
“Son comentarios racistas y el adagio dice dime con quién andas y te diré quién eres, y él, siempre anda con grupos racistas que apoyan la ultraderecha de los Estados Unidos”, dijo Espaillat.
“Eso es él, ese es él y a mí sorprende, porque hasta ahora lo ha hecho siempre, insultando de manera despectiva a diferentes grupos étnicos, lamentablemente no me sorprende”, añadió el congresista dominicano.
“El país está en un trauma nacional, con un líder que se dirige de esa manera frente a los senadores. Creo que si él quiere echarle vientos a las llamas del racismo, su final será triste”, agregó el legislador federal.
Espadilla dijo que ha sido el peor momento para que Trump se pronunciara con ese calificativo contra El Salvador y Haití.
“Y menos ahora, que estamos librando una lucha a favor del DACA, él le está gasolina al fuego”, dijo.
Señaló que Trump sería llamado por el fiscal especial que lo investiga y espera que las conclusiones sean positivas para toda la nación.
“Soy uno de cinco congresistas que hemos sometido un proyecto para enjuiciarlo por violaciones a cinco artículos a la constitución. Hay más de 100 congresistas en la Cámara de Representantes y 50 mujeres que lo acusan de acoso sexual, que de una manera u otra, queremos ver que renuncie o que sea destituido”, dijo Espaillat.
“Esto es muy grave, porque la ciudanía está perdiendo la confianza en el Poder Ejecutivo”, sostuvo.