La Alianza Dominicana Contra la Corrupción (Adocco) calificó ayer de grave el allanamiento y cierre simultáneo de tres clínicas, y afirmó fue evidenciada la comisión de errores procesales que luego obligaron a las autoridades a reabrirlas, por el incumplimiento del debido proceso.
En una nota califica como una acción imperdonable clausurar los centros sin establecer por qué tiempo y que como fue después de las 6:00 de la tarde la orden de clausura debía contar con el permiso de un juez, “y no se hizo constar, conforme al Código Procesal Penal”.
Denunció que esto ha sido una práctica recurrente del Ministerio Público, que más que atacar el crimen con esas acciones lo favorece, ya que los casos al llegar a la jurisdicción de juicio caen, y la responsabilidad toca a los jueces.
Recordó que ningún caso de investigación por delito debe ventilarse en la fase de investigación o preparatoria, porque la ley establece que es privado.
Aseguró que en cualquier país con un error de esa naturaleza un proceso es anulable; una razón por la que en la mayoría de los tribunales, por violar disposiciones del Código Procesal Penal y que muestra, son los casos de exfuncionarios, llevados primero “en la jurisdicción de los medios de comunicación” y sin fundamento en los tribunales.
Expone el texto, que en el caso de la desaparición de la niña Carla Massiel Cabrera, exigen esclarecer qué ocurrió y que los responsables paguen.
“Pero de ahí a cerrar establecimientos con ese aparataje, afectar los intereses de médicos que su única relación con esos centros es la de tener rentado un cubículo o consultorio, y ni hablar de los empleados y accionistas, que nada les vincula al caso, cuando el papel del Ministerio Público es el de representar a la sociedad y esos son ciudadanos a los que la autoridad les vulnera sus derechos”, manifiesta.
Sostuvo que tienen la convicción de que el procurador general necesita tener la libertad de conformar un equipo con condiciones gerenciales, no populista, que prefiere dilucidar los casos en las redes sociales y en los medios tradicionales, “que se ven obligados a hacerse eco”.
