Por Miguel Cruz Tejada.
NUEVA YORK._ El hábito de fumar, le costará muchos años de cárcel al dominicano Elio Guerrero a quien una muestra de ADN en una colilla de un cigarrillo que tiró en la escena de otro crimen, lo delató como el violador y asaltante de una profesora universitaria y que cometió en 1998, hace 14 años. Guerrero, quien había sido detenido por un caso no relacionado fue sometido a la prueba obligatoria del estado para prisioneros criminales del ADN, la que determinó que fue al autor de la violación sexual y robo a la maestra.
El acusado que tiene 34 años de edad tiró la colilla del cigarrillo cerca del lugar donde en el 2011 cometió otro asalto sexual en Brooklyn. Por el primer caso, nunca había sido acusado ya que las autoridades no pudieron ubicarlo como el responsable del ataque a la maestra.
Enmascarado, Guerrero atracó y violó a la educadora de 28 años de edad en noviembre de 1998 en la calle Orchard de Manhattan, mientras ella entraba al edificio donde residía.
El acusado también la golpeó y la sodomizó, dijeron los investigadores.
Luego de robar lo que tenía la víctima en la cartera, el sicópata la obligó a acompañarlo a un cajero automático donde usando la tarjeta de la maestra, robó todo el dinero que ella tenía en sus ahorros.
Guerrero además hirió con un pedazo de vidrio a la profesora en el cuello, pero se cortó la mano izquierda y una muestra de sangre colectada por los investigadores en la escena fue archivada en el Banco de ADN del Estado, con la que 14 años más tarde, han podido demostrar que fue el responsable del hecho.
El criminal les dijo a los investigadores que la mujer no tenía suficiente dinero en su cartera y por eso la obligó a acompañarlo hasta el cajero automático de donde se llevó $800 dólares.
Ella pudo salir huyendo y llamar al 911 para denunciar el ataque. Sin tener pistas ni el nombre del sospechoso, las autoridades acusaron en el 2005 sólo al ADN extraída de la sangre de Guerrero al delincuente y que había dejado cuando se cortó la mano.
Durante una década y media pudo evadir a la justicia a pesar de haber sido arrestado numerosas veces por delitos menores y una condena por conducir borracho, antes de ser descubierto por la base de datos del ADN.
Residente de Staten Island, su abogado James Palumbo dijo en la corte que Guerrero lucha contra la adicción al alcoholismo y asistiendo a clases en el Colegio Comunitario de ese condado para tratar de cambiar su vida en el momento del reciente arresto.
“Tuvo una infancia difícil”, expuso el jurista para justificar el récord delincuencial de su defendido.
A cambio de declararse culpable será sentenciado a 15 años en vez de los 25 que es el máximo establecido por la ley.
Los cargos son violación sexual, sodomía, robo y allanamiento de morada.