Las baterías convencionales hacen uso extensivo del litio, un elemento que no es especialmente estable y del que se lleva tiempo trabajando en posibles alternativas. Una de ellas es el uso del magnesio, un elemento más estable en condiciones atmosféricas normales y con un potencial notable a la hora de aumentar la densidad de capacidad de carga.
Hasta ahora el reto había sido desarrollar un electrolito que no degradase el magnesio y que además ofreciese una transferencia eficiente de la carga, que es precisamente lo que los ingenieros de Toyota han logrado durante unos experimentos con pilas de combustible basadas en hidrógeno.
Tendremos que ser pacientes
Una de las ingenieras químicas de Toyota, Rana Mohtadi, estaba trabajando en el proyecto de pilas de combustible basadas en materiales para almacenar el hidrógeno cuando escuchó la conversación de unos compañeros que precisamente estaban trabajando en el uso del magnesio como material para los electrolitos. Eso la hizo pensar en el uso del hidrógeno como clave para esas baterías de este tipo.
Eso hizo que se formara un grupo de trabajo para desarrollar esas potenciales baterías del futuro, y tras realizar algunas pruebas comprobaron que la teoría daba resultados. “Fuimos capaces de utilizar un material que se estaba aprovechando para el almacenamiento de hidrógeno y lo convertimos en algo muy práctico y competitivo para la química de baterías de magnesio“, afirmaba Mohtadi.
El descubrimiento es prometedor, pero como indican los propios ingenieros de Toyota pasará tiempo antes de que podamos ver este tipo de baterías en nuestros smartphones. De hecho se estima que las primeras baterías de magnesio con estos avances tardarán en llegar 20 años.