Para evitar que el monóxido de carbono penetre al interior de un vehículo y cause el desmayo y posterior muerte de una persona, es imprescindible darle mantenimiento, por lo menos dos veces al año, a todo el sistema de escape del automóvil.
“En la actualidad los vehículos vienen con un catalítico, que permite que los gases nocivos que el motor del vehículo produce se reciclen y vuelvan al motor como gases limpios, para cuando salgan no sean tan contaminantes, y muchas personas no les dan mantenimiento, lo que provoca que se tape el catalítico, el motor se sature y los gases sean mucho más nocivos”, explicó el mecánico Moisés Martínez, dueño del centro automotriz que lleva su nombre.
La noche del pasado jueves las hermanas Regys Dally y Dohanlly Contreras, y su sobrina Lya Camille Pérez, murieron en un vehículo por una intoxicación aguda por monóxido de carbono, según la Procuraduría.
Martínez dijo que otro de los casos que hace que el monóxido entre al vehículo es cuando el muffler o silenciador no tiene una salida adecuada, lo que provoca que todos los gases se devuelven para la cabina y penetran al interior del vehículo.
Otra de las circunstancias que puede provocar que el monóxido de carbono entre al vehículo es que los sellos de la puerta no sean los correctos.
“Si los sellos de la puerta no son correctos, todo ese monóxido va a entrar al vehículo y eso se convierte en una bomba de tiempo”, expresó Martínez.
También, todos los sellos que van en la cabina delantera del vehículo, los cuales cuando se dañan provocan que todo el monóxido entre.
Uno de los principales riesgos que ocurren es cuando una persona que se traslada en un vehículo sin aire acondicionado sube todos los cristales.
“Cuando llueve, las personas que van en autos sin aire acondicionado están presas porque se queda todo el aire adentro, por eso deben dejar los cristales un poco abajo”, precisó.
En tanto, Aneury Arias, del taller Nandito, explicó que los vehículos tienen la complejidad de que muchos de los olores de afuera entran y si hay algún tipo de fuga se puede dar el caso de que no los sientan.
“Una persona puede sentir el olor a monóxido y no identificar lo que es, porque puede creer que es cualquier olor de la calle”, dijo.
Expresó que los vehículos tienen varios botones para la función del aire, uno para recoger el aire del vehículo y otro para que entren los olores de afuera, y “muchas personas ponen el vehículo que reciba los olores de afuera, y mi recomendación siempre es que no lo hagan, sino que solamente recoja el aire del mismo vehículo”.
Al hablar del vehículo en el que murieron dos hermanas y su sobrina, explicó que han trabajado con Mazda y que se da la situación que por lo general tiene la bomba de gasolina debajo del asiento del pasajero trasero, que lleva una tapa que usualmente se rompe, lo que hace que se desprenda mucho olor a gasolina.
“Pero yo entiendo que si es un olor a gasolina se detecta rápidamente, aunque creo que no fue esa la causa de esas muertes”, precisó.
Muertes por monóxido
El 18 de julio de 2009, un hombre de 35 años fue encontrado asfixiado en el interior de un vehículo en una de las cabañas del hotel “Bonao Inn”.
RECOMENDACIONES
El mecánico Moisés Martínez, explicó que tan pronto una persona sienta que hay un ruido o que la parte del escape cuando se acelera suene diferente, debe ir inmediatamente a un centro de vehículos.
Expresó que la mayoría de los vehículos en el país son viejos, por lo que recomienda que el sistema de escape sea revisado al menos cada seis meses.
Indicó que en el país se le da poco seguimiento al sistema de escape y cada inspección que lleva un vehículo lo primero que se debe hacer es chequear esa parte. “Por eso es que desde que tú llegas a revisar un vehículo en Estados Unidos, lo primero que hacen es levantar el vehículo y revisar el sistema de escape, por si hay alguna grieta que provoque que el escape entre al vehículo”, dijo. Indicó que las principales muertes por monóxido de carbono ocurren en los moteles. Consideró que las autoridades tampoco tienen control en el país para cuidar ese aspecto.
Asimismo, Aneury Arias, del taller Nandito, manifestó que las recomendaciones que dan los expertos es cambiar el catalítico cada 90,000 kilómetros, el cual es muy difícil de conseguir. “Por ejemplo, yo le recomiendo a un cliente que hay que cambiar el catalítico, pero muchos no lo hacen, porque es muy difícil conseguirlo, por eso a veces no lo cambian”, dijo. Indicó que ha tenido clientes que han tenido que mandar a comprar el catalítico fuera porque en el país no hay. Dijo que uno de los síntomas que da el vehículo cuando hay que cambiar el catalítico, es que se produce un sonido extraño y la fluidez cambia.