Miles de estudiantes y profesores se concentraron este viernes frente al Centro Internacional Acapulco, en el estado Guerrero (sur de México), donde anunciaron que permanecerán en el lugar hasta que el gobernador de esa entidad, Ángel Aguirre, renuncie a su cargo.
“Aguirre Rivero, te quedó grande Guerrero”, gritaban los manifestantes entre los cuales había campesinos e integrantes de otras organizaciones sociales.
Este viernes unas siete mil personas tomaron las calles del centro turístico de Acapulco para exigir que aparezcan con vida los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, cuyo paradero se desconoce desde el pasado 26 de septiembre, cuando fueron agredidos por la policía de Iguala, en Guerrero.
Diversas organizaciones participaron en la marcha, entre ellas el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a La Parota (Cecop) y el Movimiento Popular Guerrerense. También estuvieron presentes normalistas de Chiapas (sureste) y Oaxaca (suroeste).
Protestas hacen arder a México
La falta de información, los múltiples señalamientos contra el gobernador de Guerrero, la fuga del alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y el hallazgo de cadáveres en fosas comunes, han desencadenado constantes protestas en México para exigir la aparición de los 43 jóvenes desaparecidos.
Los estudiantes mexicanos han puesto de huelga a varias universidades e incluso han movilizado cientos de personas hasta la sede la Fiscalía General para pedir la vuelta con vida de los normalistas, quienes se presume fueron capturados por la policía municipal y luego entregados al grupo criminal Guerreros Unidos, en contubernio con el alcalde de Iguala.
Algunos investigadores sospechan que los jóvenes fueron asesinados y enterrados en algunas de las fosas clandestinas halladas en Igualarecientemente, donde las autoridades han encontrado miles de víctimas. Sin embargo, los primeros 28 cadáveres encontrados no eran de ninguno de los estudiantes.
Po este caso han detenido a unas 50 personas -incluidos 40 policías-, aunque el proceso judicial no avanza. Entre los detenidos se encuentra Raúl Núñez Salgado, un presunto operador financiero del cártel Guerreros Unidos, que supuestamente pagaba 600 mil pesos mensuales ( unos 43 mil dólares) al subdirector de Seguridad Pública de Iguala, quien es buscado por la policía.
El caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala ha sacudido al gobierno del presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien hasta hace unas semanas aseguraba que la violencia de los cárteles del narcotráfico estaba disminuyendo en México. Casi 30 mil personas han sido asesinadas durante los 20 primeros meses de la gestión de Peña.