SANTIAGO. Para el abogado y comunicador santiagués, Jordi Veras, volver al quirófano de la Clínica Corominas fue como retroceder al día 2 de junio del 2010, cuando fue impactado por dos disparos en el rostro, en un intento de asesinato orquestado desde prisión por el fallecido empresario Adriano Román Román.
“Después de la operación, ya en recuperación, yo me levanté y tuve una especie de retroceso. Ahí me puse un poco nervioso y tuvieron que sedarme… yo sentí lo mismo que hace siete años, me estaba ahogando”, declaró Veras a reporteros de DL, luego que le fueran extirpados varios hematomas que permanecían en el área de la tiroides desde aquel intento de asesinato.
La operación fue realizada por el doctor Rafael Estévez Reyes, el mismo cirujano que lo operó en esa ocasión.
A pesar de que no es de cuidado, el comunicador y abogado informó que el galeno decidió analizar lo extraído en el área de la garganta para determinar si tiene un aspecto de malignidad.
Veras perdió la visión del ojo derecho producto de ese atentado ordenado por el empresario en represalia por la condena a 20 años de prisión que logró como representante legal de la exesposa de Adriano Román, Miguelina Llaverías, quien también sobrevivió a una tentativa criminal.
Otros atentados
El abogado reveló que en otras dos ocasiones posteriores a la agresión que casi le cuesta la vida, intentaron eliminarlo físicamente.
“La gente sólo conoce el atentado del 2010, pero posteriormente a ese se presentaron otros dos”, explicó Jordi, hijo del conocido jurista Ramón Antonio (Negro) Veras.
A pesar de que casi muere en uno de esos intentos de asesinatos, dijo, que lo más perturbador fue la difamación que le hicieron algunos comunicadores, que trataron de desviar la atención de los hechos, así como el tener que cambiar su estilo de vida.
“Mucha gente no se enteró, pero yo tuve que sacar mi familia del país en varias ocasiones para protegerla”, comentó Veras.
Aunque se siente conforme con el resultado del proceso judicial, Jordi cuestiona las maniobras que realizaron los abogados de la Oficina Nacional de la Defensa Pública para entorpecer el proceso que fue reenviado en más de 30 ocasiones entre juicio de fondo y preliminar.
SANTIAGO. Para el abogado y comunicador santiagués, Jordi Veras, volver al quirófano de la Clínica Corominas fue como retroceder al segundo día de junio del 2010, cuando fue impactado por dos disparos en el rostro, en un intento de asesinato orquestado desde prisión por el fallecido empresario Adriano Román Román.
“Después de la operación, ya en recuperación, yo me levanté y tuve una especie de retroceso. Ahí me puse un poco nervioso y tuvieron que sedarme… yo sentí lo mismo que hace siete años, me estaba ahogando”, declaró Veras a reporteros de Diario Libre, luego que le fueran extirpados varios hematomas que hasta la semana pasada permanecían en el área de la tiroides desde aquel intento de asesinato.
La operación fue realizada por el doctor Rafael Estévez Reyes, el mismo cirujano que lo operó en esa ocasión.
A pesar de que no es de cuidado, el comunicador y abogado informó que el galeno decidió analizar lo extraído en el área de la garganta para determinar si tiene un aspecto de malignidad.
Veras perdió la visión del ojo derecho producto de ese atentado ordenado por el empresario en represalia por la condena a 20 años de prisión que logró como representante legal de la exesposa de Adriano Román, Miguelina Llaverías, quien también sobrevivió a una tentativa criminal.
Otros atentados
El abogado reveló que en otras dos ocasiones posteriores a la agresión que casi le cuesta la vida, intentaron eliminarlo físicamente.
“La gente sólo conoce el atentado del 2010, pero posteriormente a ese se presentaron otros dos. Es la primera vez que digo esto”, explicó Jordi, hijo del conocido jurista Ramón Antonio (Negro) Veras.
A pesar de que casi muere en uno de esos intentos de asesinatos, dijo, que lo más perturbador fue la difamación que le hicieron algunos comunicadores, que trataron de desviar la atención de los hechos, así como el tener que cambiar su estilo de vida.
“Mucha gente no se enteró, pero yo tuve que sacar mi familia del país en varias ocasiones para protegerla”, comentó Veras.
Aunque se siente conforme con el resultado del proceso judicial, Jordi cuestiona las maniobras que realizaron los abogados de la Oficina Nacional de la Defensa Pública para entorpecer el proceso que fue reenviado en más de 30 ocasiones entre juicio de fondo y preliminar.
Lamentó que hoy día estén utilizando las mismas maniobras que en su caso para retrasar el desarrollo de determinados procesos. Citó como ejemplo los juicios de Arsenio Quevedo y Blas Peralta.
Además del fenecido Adriano Román, en el atentado contra Veras, los jueces del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Judicial de Santiago condenaron a otras seis personas a penas de 30, 20 y diez años.l