Luis Abinader ha menguado la intensidad de sus labores presidenciales desde el pasado jueves 23, cuando hizo su última aparición en un acto público y dijo que haría una pausa hasta el lunes 27 de diciembre.
Mañana jueves se va a cumplir una semana desde que el mandatario detuvo su agenda, la misma que durante todo el mes de diciembre había sido maratónica, en algunas ocasiones con decenas de eventos diarios.
Abinader se mantiene despachando de forma privada sus obligaciones, aunque en los últimos días ha estado llegando al Palacio Nacional más tarde de lo habitual. En la casa de gobierno también se redujo el ritmo del trabajo diario y los parqueos de los altos funcionarios se pueden observar vacíos.
La recepción, ubicada en una edificación separada del Palacio y que generalmente está llena de personas, se podía ver desierta ayer.
El jefe de Estado publicó un mensaje grabado de felicitaciones navideñas el día de Nochebuena en Twitter, junto a su esposa Raquel Arbaje.
El día 23 el mandatario acompañó a la vicepresidenta Raquel Peña en un homenaje póstumo al psiquiatra dominicano Antonio Zaglul Elmúdesi, donde no ofreció declaraciones. Después del mediodía, estuvo en un almuerzo con los periodistas que cubren la fuente Presidencial en el Club Naval para Oficiales de la Armada.
El día 21, el gobernante visitó la presa de Monte Grande, en Barahona, donde informó que la construcción había logrado un avance del 65%.