Por Ramón Antonio Veras

1.- La delincuencia unificada procura sembrar el terror, el miedo; y luego, alcanzar la impunidad, para así continuar llevando dolor y luto a la familia dominicana. Ante semejante situación, la sociedad tiene que utilizar su instrumento de salvación que no es otro que la justicia.
2.- El asesinato por encargo, de factura relativamente nueva en nuestro país, procura desarrollarse para afianzarse en todo el territorio nacional; los hombres y mujeres de bien solamente tienen para vencer el gatillo y el plomo, a la justicia. De lo contrario, la industria del crimen va arrodillar a los que se dedican al trabajo digno y decente.
3.- Aquellos que pagan para matar y los que hacen el trabajo de asesinato, juegan distintas cartas y una de ellas es no ser descubiertos en sus fechorías por los investigadores judiciales y policiales; y si logran ser puestos al descubierto, entonces su estrategia es burlarse de la justicia.
4.- El 22 del pasado mes de febrero del año en curso, nuevamente fue reenviada la audiencia del caso Jordi. La asociación de criminales, promoviendo la posposición de la audiencia, cree que se está burlando de la justicia, de la sociedad, de Jordi y su familia, pero no es así; en su afán de alargar el proceso, el que mandó a matar a Jordi y los que ejecutaron el plan criminal, lo que están demostrando es que temen ser alcanzados por la vara de la justicia.
5.- El tiempo no borrará la acción criminal, ni la posposición reiterada de las audiencias nos va a desesperar; hoy, al cumplirse 33 meses de la tentativa de asesinato, seguimos con firmeza reclamando y esperando la aplicación de la ley a los imputados.
6.- Lo mejor y sano de la sociedad dominicana ha hecho causa común con mi hijo y con el dolor de su familia, porque la tentativa de asesinato en su contra fue la respuesta del crimen por encargo al trabajo serio, responsable y honesto de Jordi, como profesional del derecho.
7.- La sociedad dominicana, por muy agrietada y abrumada que esté, no puede ceder ante aquellos que buscan, imponiendo el crimen, atemorizar a lo mejor de nuestro país.
8.- Para no sucumbir ante la criminalidad organizada, hay que enfrentarla con los métodos, mecanismos e instrumentos legales de que dispone la sociedad para su defensa en forma civilizada, el servicio judicial actuando con responsabilidad y honestidad.
9.- La víctima, Jordi, al igual que la familia entera, ha confiado en el sistema judicial para enfrentar a los que se asociaron para asesinarle; lo contrario sería recurrir a la justicia privada, a la venganza, para lo que no está formado Jordi ni su círculo familiar.