Es un hecho: en Sony están preparando el lanzamiento de la PS4 Neo, la rumoreada nueva iteración de la actual PlayStation 4 que llegará con más potencia y con soporte 4K (o más bien, UHD) aunque, eso sí, no sustituirá a la consola actual: ambas coexistirán.
El anuncio ha provocado las lógicas reacciones entre la comunidad de usuarios y analistas, que se preguntan si este lanzamiento tiene sentido y cuáles son los argumentos que Sony ha podido barajar para tomar esta importante decisión. Estos son los que creemos que han influido en este ambicioso proyecto.
Muchas y buenas razones para una PS4 Neo
Andrew House, presidente de Sony, confirmaba las intenciones de su empresa en el diario Financial Times, y aunque no daba prácticamente ningún detalle sobre sus prestaciones, sí que indicaba que estará orientada a usuarios con televisores 4K.
En Sony no han hablado de fechas ni de precios, y de hecho ni siquiera hablarán de ella en el E3, algo que parece situar ese lanzamiento incluso más tarde del mes de octubre que adelantaron los rumores de hace unas semanas. Hay muchas incógnitas sobre este lanzamiento, así que, ¿por qué se le habrá ocurrido a Sony apostar por la PS4 Neo?
- Más potencia para juegos convencionales: aunque la PS4 permite que disfrutemos de algunos juegos en 1080p a 60 fotogramas por segundo, esa opción no está disponible en todo el catálogo, algo que con un hardware más potente se podría garantizar. Eso no significa que esa resolución y tasa de FPS sea adecuada para todo tipo de juegos, pero no tener limitaciones técnicas es un plus para desarrolladores y usuarios. Además, como apuntamos recientemente, es posible que la nueva consola ofrezca modos de mayor calidad para los mismos juegos que existían hasta ahora (remasterizaciones en el horizonte) e incluso calidad UHD/4K para algunos títulos no tan exigentes en recursos. Lo que sí que no es probable es que todo tipo de juegos puedan jugarse a 4K con una consola que rondaría los 500 o 600 dólares según las previsiones. Incluso siendo más cara garantizar el soporte de juegos 4K en todo el futuro catálogo es prácticamente imposible.
- Más potencia para la realidad virtual: aunque en Sony han confirmado que ambos modelos de PS4 tendrán soporte de PlayStation VR, parece lógico pensar que un mejor hardware ofrecerá una experiencia de mayor calidad. Esos títulos precisamente son los que más se beneficiarán de ese hardware renovado sobre todo en materia de potencia gráfica, y si Sony no quiere desmarcarse de esas experiencias parece claro que esta consola ofrecerá de nuevo más garantías para disfrutar del también confirmado PlayStation VR.
- Los contenidos
4KUHD al poder: mencionábamos como en Sony parecen orientar esa consola a los propietarios de televisores 4K que quieran disfrutar de esa resolución también en la consola, pero más que los videojuegos -por las propias limitaciones de las gráficas actuales- creemos que la apuesta será por los contenidos. Sony aquí puede estar planteando una estrategia global, ya que es una de las grandes protagonistas del segmento de las televisiones 4K y también del impulso del formato físico para los llamados Ultra HD Blu-ray Discs, que Sony ya inició a producir en 2013. La empresa nipona ya fue punta de lanza del estándar Blu-ray, y su consola se convirtió rápidamente en una alternativa mucho más interesante para reproducir estos discos que los reproductores autónomos. Con esa PS4 Neo volverían a tratar de impulsar el formato físico, algo que no han logrado -ni ellos ni nadie- en el caso de la PlayStation 4. - Contenidos
4KUHD vía streaming, por supuesto: a esa defensa del formato físico y de su propio negocio de televisores y reproductores UHD también se le suma la propia apuesta en contenidos que Sony lleva haciendo desde hace años y que también permitiría aprovechar la consola para que la emisión de contenidos UHD vía streaming se popularizara gracias a la base instalada de consolas PS4 Neo. Aun sin contar con un televisor 4K, parece interesante saber que si queremos podremos tener una consola “futureproof“, esto es, que nos garantice que si en un año o dos (o tres, o los que sean) acabamos comprando esa tele 4K podremos exprimir la consola con ella. - Retrocompatible: esto es algo crucial para no dejar a los actuales usuarios en la estacada. Aunque en Sony no han dado detalles, lo que sí que han dejado claro es que ambos modelos coexistirán. Nosotros imaginamos que los juegos que aparezcan a partir de cierto momento ofrecerán simplemente un modo visual con una calidad buena (PS4) y otro modo visual con una calidad “extrema” (PS4 Neo) que es básicamente lo que los usuarios de PCs de juegos tienen a su alcance en los videojuegos actuales: pueden disfrutar de mayor calidad visual de forma fluida si cuentan con el hardware adecuado, y esa PS4 Neo debería seguir esa línea para no dejar olvidados a los jugadores de la PS4 actual. Hay quien critica esa decisión: los desarrolladores tendrán que prestar atención a dos modelos en lugar de uno y puede que se centren en el más atractivo por prestaciones (la PS4 Neo), pero si la empresa nipona resuelve bien este apartado la implementación de esos modos “extremos” en cuanto a calidad visual no debería ser complejo.
- Poner más distancia con Nintendo y Microsoft: es cierto que Sony está claramente por delante de las consolas de sus competidoras, pero este lanzamiento podría poner más tierra de por medio en las ventas. Sony ofrecería nuevas opciones a los usuarios, que podrían apostar por la PS4 convencional o por el modelo más potente, y abriría el camino hacia ese soporte de contenidos y juegos 4K para los que su competencia de momento no está tan preparada. Sin olvidarnos, claro está, de la experiencia de realidad virtual que puede ser también un buen argumento vendeconsolas. Aquí además podría aprovechar el nuevo lanzamiento para rebajar el precio de la PS4 -haciéndola más atractiva sin condenar el inventario- y mantener o aumentar las ya de por sí elevadas ventas de su modelo actual.
- Nueva consola, nuevo diseño: la salida de versiones mejoradas de consolas de anteriores generaciones permitió abaratar costes en la producción, pulir algunos aspectos de su fabricación -refrigeración en el caso de las Xbox 360, por ejemplo-, y ofrecer mejoras en algunas conexiones -la Xbox 360 Slim hizo más simple la conexión de Kinect, por ejemplo-. En el caso de la PS4 no parece factible que haya ahorro en la producción debido al uso de nuevos componentes, pero Sony podría también diferenciarse en este modelo con un diseño igualmente diferencial que atraiga a ese nuevo público más exigente o ambicioso y también más dispuesto a invertir una mayor cantidad de dinero en esa consola.
- Más títulos exclusivos: el soporte de juegos 4K (sea cual sea) y de títulos con soporte de realidad virtual también podría hacer que Sony también ampliase su catálogo de videojuegos exclusivos en su plataforma. Puede que esas características convenzan a ciertos desarrolladores de que vale más la pena apostar por una consola que ofrece esas opciones tanto ahora como en el futuro y no les “ancle” en especificaciones hardware con las que es difícil ofrecer títulos ambiciosos a nivel visual o en el citado terreno de la realidad virtual. Ahí también podrían presumir de ese catálogo exclusivo de juegos 4K en PlayStation Network con un mensaje tipo “Disfrútalo más aún en la PlayStaton Neo”.
- Promoción y ventas: lanzar una nueva consola tiene un coste económico enorme, pero el impacto mediático es también brutal. Sony podría aprovechar este lanzamiento para reimpulsar su ya de por sí exitosa división de entretenimiento, ofreciendo además potenciales “planes renove” que permitieran a los actuales usuarios de las PS4 cambiar sus consolas por los nuevos modelos. Incluso podrían aprovechar ese lanzamiento para tratar de entrar de lleno en el segmento de los eSports que por ahora parecen tener como protagonistas absolutos a los PCs pero que con esa potencia renovada podrían dar cabida a consolas como las PlayStation Neo.