Al menos 800 personas han muerto y unas 2.800 han resultado heridas después de que un fuerte terremoto de magnitud 6 y varias réplicas sacudieran en la noche del domingo el este de Afganistán, según ha informado este lunes un portavoz del Gobierno afgano citado por la agencia Reuters
Los equipos de rescate trabajan desde la madrugada para localizar sobrevivientes entre los escombros, aunque las operaciones se ven dificultadas por los deslizamientos de tierra que han bloqueado carreteras clave en Kunar y Nuristán. Las autoridades temen que el balance aumente a medida que se accede a las zonas más remotas.
Los terremotos se sintieron con fuerza en las provincias orientales de Kunar, Nangarhar, Nuristán y Laghman, y las sacudidas alcanzaron también a Kabul, la capital. Los talibanes reconocieron la magnitud del desastre. «Lamentablemente, el terremoto de esta noche ha causado muertes y daños materiales en algunas de nuestras provincias orientales», escribió en la red social X el portavoz, Zabihullah Mujahid.
«Los funcionarios locales y los residentes están actualmente involucrados en labores de rescate. Equipos de apoyo del centro y de provincias cercanas también están en camino, y se utilizarán todos los recursos disponibles para salvar vidas», añadió.
«También se sintieron fuertes temblores en la provincia, pero hasta ahora no se han recibido informes de pérdidas humanas ni materiales», indicó el director de Información y Cultura de Nuristán a EFE.
La cifra de muertos y heridos puede aumentar en las próximas horas, a medida que avances las labores de rescate.
La provincia de Kunar, hasta ahora la más afectada, esta situada en la frontera con Pakistán, en la cordillera del Hindu Kush. La precariedad de las carreteras y un acceso casi inexistente a las comunicaciones en las zonas rurales dificultan la evaluación de daños y la coordinación de la ayuda.