Kuala Lumpur, 16 mar (EFE).- La operación internacional de búsqueda del avión de Malaysia Airlines, desaparecido con 239 personas el 8 de marzo, se reforzó hoy y son ya 25 los países que la integran, mientras cobra fuerza la hipótesis de un secuestro.
La zona de búsqueda abarca desde Kazajistán hasta Indonesia, después de que las autoridades malasias admitiesen que el avión cambió de rumbo deliberadamente y voló durante cinco horas.
El ministro de Defensa y titular interino de Transportes de Malasia, Hishamudin Husein, insistió hoy en rueda de prensa en Penang que para ellos las causas principales siguen siendo el secuestro, terrorismo y problemas sicológicos o personales de alguien en el interior del avión.
“No queremos saltar a conclusiones sobre la investigación (…) Es muy difícil para nosotros verificar si ha sido un secuestro o un acto terrorista”, explicó Hishamudin.
El ministro confirmó que el piloto y copiloto del avión, ambos malasios, no pidieron ir juntos en ese vuelo.
Agentes de la policía acudieron la víspera a los domicilios de ambos para hablar con sus familiares y recabar datos.
Los servicios de inteligencia estadounidenses apuntan que ambos son de algún modo responsables de la desaparición del Boeing 777-200, de acuerdo con la cadena CNN.
Ha despertado interés especial el mensaje que el piloto, el capitán Zaharie Ahmad Shah, de 53 años, colgó en un foro cibernético alemán en el que anunció la creación de un simulador de vuelo.
“Hace un mes terminé el montaje de FSX y FS9 con 6 monitores” dice la nota firmada por Capt. Zaharie Ahmad Shah, Boeing 777 de Malaysia Airlines en noviembre de 2012.
Agentes de policía se llevaron el simulador y dos ordenadores del piloto, pero no localizaron su ordenador personal.
El diario inglés “The Mail Sunday” describe al capitán como una persona de “convicciones políticas fanáticas” y destaca su militancia en la oposición malasia.
Un amigo de Zaharie, Peter Chong, lleva dos días concediendo entrevistas a distintos medios en las que presenta una imagen muy distinta, la de una persona cabal, incapaz de secuestrar un avión comercial con pasajeros.
Otro grupo de agentes registró la vivienda del copiloto, Fariq Ab Hamid, de 27 años.
La joven sudafricana Jonti Roos describió a Fariq como una persona “muy enrollada”, que le permitió entrar con una amiga en la cabina y charlar y fumar allí durante un vuelo entre Phuket (Tailandia) y Kuala Lumpur en 2011.
El resto de la tripulación del avión y los pasajeros también son investigados, ahora que la posibilidad de un secuestro ha cobrado fuerza.
Las autoridades dijeron esta semana que ninguno de los pasajeros tenía conocimientos para volar.
Khalid Abu Bakar, inspector general de la Policía de Malasia, indicó en la rueda de prensa que todavía no habían comprobado todos los antecedentes de los pasajeros.
Los pasajeros del MH370 son 153 chinos, 38 malasios, 7 indonesios, 6 australianos, 5 indios, 4 franceses, 3 estadounidenses, 2 neozelandeses, 2 ucranianos, 2 canadienses, 1 ruso, 1 italiano, 1 holandés, 1 austríaco y 1 taiwanés.
El italiano y el austríaco fueron mas tarde identificados como dos iraníes que viajaban con pasaportes robados y buscaban una vida mejor en Europa.
La otra fase de investigación, la localización del avión, no es menos complicada.
El vuelo MH370 salió de Kuala Lumpur a las 00.41 hora local (16.41 GMT del viernes 7) y tenía previsto aterrizar en Pekín unas seis horas más tarde, pero desapareció de los radares unos 40 minutos después de despegar y desde entonces no se sabe nada de él ni se han encontrado restos.
Los nuevos datos lo sitúan en dos corredores: uno que se extiende desde Indonesia hasta el sur del océano Índico y otro que parte del norte de Tailandia y que alcanza Kazajistán y Turkmenistán.
El ministro de Defensa malasio señaló que la búsqueda es ahora “aún más difícil” que al principio, que se centraba en el golfo de Tailandia, porque cubre un extenso área que abarca partes de once naciones.
Datos de medios estadounidenses dicen que existen en la región 634 pistas en las que el Boeing desaparecido pudo haber aterrizado después de eludir los radares. EFE
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