Gracias al avance de la medicina y la tecnología, a nivel global se ha podido incrementar la esperanza de vida; sin embargo, hay ciertos enfermedades o factores que no se han podido combatir, convirtiéndose en las principales causas de muerte a nivel mundial.
Recientemente, un informe realizado por Global Burden of Disease, organización que se encarga de examinar el estado de la salud a nivel mundial, la media de esperanza de vida global es de 75.3 años en las mujeres y 69.8 en los hombres, registrándose un aumento de entre 4 y 10 años respecto a la media de 1990. Japón es el país con mayor esperanza de vida, pues tiene un promedio de 83.9 años, mientras que el último en la lista es la República Centroafricana con 50.2 años.
También, este informe reveló que en 2016 se registraron 54.7 millones de muertes en todo el planeta. Del total, el 72.3% de las muertes fueron producto de las llamadas enfermedades no transmisibles, tales como problemas cardíacos, accidentes cerebrovasculares y cáncer, males que aumentaron en un 16% en la última década. El principal fue la cardiopatía isquémica que causó casi 9.5 millones de fallecimientos. La diabetes generó 1.4 millones de muertes en 2016, un 31% más desde 2006.
Del otro lado de la moneda se encuentran las llamadas enfermedades de transmisión, mismas que disminuyeron significativamente. En 2016 provocaron el 16% del total de fallecimientos. Las principales de este tipo son: enfermedades maternas (se presentan durante el embarazo y el parto), neonatales y nutricionales.
Tan solo un 8% del total de muertes del año pasado fueron por lesiones.
Lastimosamente, en 2016 hubo un incremento en el número de decesos derivados por conflictos políticos y terrorismo, pues en 10 años aumentaron en un 143%. También se elevaron las muertes causadas por el uso de opiodes y drogas, principalmente en países con ingresos altos. La obesidadtambién se ha convertido en un enemigo a vencer, pues los fallecimientos desencadenados por este problema han ido aumentando.